Las tijeras cortaron la doble cinta roja y blanca institucional. Al frente, autoridades actuales y precedentes de la Universidad Nacional (UNA), flanqueadas por ese rótulo incrustado en madera y que da título al edificio recién inaugurado: UNA Campus Sostenible.
Esta edificación, de 888 metros cuadrados de construcción, que abarca dos plantas, un centro de acopio y una zona de carga y descarga de materiales, es el sueño cumplido de una visión institucional que se cimentó hace 17 años para impulsar una estrategia de sostenibilidad que comprendiera la gestión eficiente de los residuos valorizables y orgánicos.
La mañana del 23 de octubre, bajo un abrasante sol, fue la inauguración oficial del edificio ubicado en la Finca Experimental Santa Lucía, en Barva de Heredia. El acto inició con la actividad protocolaria de la corta de la cinta y continuó con un recorrido guiado por las instalaciones y una conferencia académica a cargo de la ingeniera Olga Segura, del Ministerio de Salud y del coordinador del Centro de Acopio Institucional, Julián Rojas.
Susana Méndez, coordinadora de UNA Campus Sostenible, reseñó que fue hace cinco meses que hicieron el traslado a las modernas instalaciones, luego de ocupar un espacio en la sección de Transportes. Sin embargo, el compromiso y las responsabilidades asumidas datan desde el momento en que esta instancia, de la Vicerrectoría de Administración, vio la luz.
“Este acto de inauguración marca la culminación de muchos años de esfuerzo y es el inicio de un camino lleno de retos y oportunidades para mejorar todo lo que hacemos al servicio del ambiente, por medio de la investigación, la docencia y la extensión”, afirmó Méndez.
El edificio cuenta con una sala de reuniones para 12 personas, una sala para estudiantes, que dispone de un espacio de lactancia y una bodega. Posee, además, un área para las oficinas administrativas, un salón de capacitaciones para 25 personas, un lecho de secado para el compostaje, el centro de acopio y el parqueo.
Dicho centro de acopio tiene una extensión de 490 metros cuadrados. Allí se recolectan los residuos valorizables, se compactan, se separan y se marcan de acuerdo con la unidad académica de la que provienen.
Rojas ha sido testigo de esta evolución de luchas y conquistas. “Recuerdo cuando empecé, en el 2008 y era yo estudiante asistente, y ahora puedo dar fe de todo este recorrido visionario. Empezábamos diciéndole a la gente que se apuntara al reciclaje y a la separación de residuos y ahora tenemos una demanda de personas que nos llaman para ver cómo los pueden gestionar”, rememoró.
El exrector de la UNA, Olman Segura, recordó cómo, durante su gestión, al lado de la vicerrectora y luego rectora, Sandra León, impulsaron la creación de UNA Campus Sostenible. “En momentos en que ni siquiera se hablaba aún de economía circular ni de bioeconomía, promovimos, con una vocación y un entusiasmo muy grande, este trabajo que hoy recoge sus frutos”.
Actualmente, UNA Campus Sostenible está conformado por 10 funcionarios. De acuerdo con Susana Méndez, cada año cuentan con la colaboración de entre 20 y 25 estudiantes asistentes.
Labor integral
El trabajo de los funcionarios y estudiantes asistentes va mucho más allá de recolectar, separar y acopiar los residuos valorizados. También ejercen un rol en materia de educación ambiental, al impartir charlas y talleres de sensibilización sobre el tema.
En cuanto al manejo de desechos orgánicos, que proviene principalmente de las sodas institucionales, estos se procesan y se reconvierten en alimentos licuados para las vacas de la finca o bien, en el caso de producto cocinado, se le da a los cerdos o se convierte en compostaje.
Las grasas que se recogen de las sodas tienen un tratamiento especializado: se sellan en recipientes especiales y también son la fuente para elaborar composteras.
También esta instancia ha ampliado su gestión al manejo de residuos eléctricos y electrónicos y a la administración de activos que han sido dados de baja, pero que están en buenas condiciones. “Esto nos permite colaborar con muchas instituciones públicas, fundaciones y asociaciones, con el objetivo no solo de eliminar el descarte de materiales en buen estado, sino también como una forma de apoyar a quienes más lo necesiten”, explicó Méndez.
Otras labores que ha asumido UNA Campus Sostenible son la de gestión del tratamiento de aguas residuales institucionales, con un total de nueve sistemas que deben mantenerse en óptimo funcionamiento y la adecuada manipulación de sustancias químicas que se realizan en los más de 100 laboratorios de ensayos con los que cuenta la UNA.
El Plan de Gestión Ambiental Institucional (PGAI), en el que participan hasta seis instancias universitarias, ha logrado mantener un registro de más de 13 años de indicadores ambientales para la toma de decisiones que conlleven a mejoras en infraestructura y la implementación de tecnologías para disminuir el consumo de recursos (agua, electricidad, combustibles).
“Todo esto ha permitido que la Universidad Nacional haya obtenido, por siete años consecutivos, el reconocimiento de la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (Digeca) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), como institución de excelencia ambiental y por la Dirección de Cambio Climático como una entidad carbono neutral”, indicó Méndez.
Incluso, el próximo galardón de Excelencia Ambiental le será otorgado a la UNA el próximo 29 de noviembre, de acuerdo con un oficio emitido por el Minae.
El rector de la UNA, Francisco González, recordó cuando le correspondió ver en planos lo que sería el edificio de UNA Campus Sostenible. “No podíamos soslayar una problemática como la que teníamos asociada al tema de la sostenibilidad, sin generar una estructura que ha ido avanzando. Quedan muchas cosas pendientes, pero lo importante es seguir dando los pasos en la dirección adecuada y este edificio, sin duda alguna, era una de ellas”.
Adicionalmente, durante el recorrido por las instalaciones, las autoridades de la UNA tuvieron la oportunidad de poner en práctica la labor de separación de residuos y conocer a fondo el trabajo que se realiza en el centro de acopio.
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UNA