l sábado pasado, Estados Unidos fue sacudido por un incidente sin precedentes cuando Thomas Matthew Crooks, de apenas 20 años, perpetró un intento de magnicidio contra el ex presidente Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania. Este acto dejó al político herido levemente en la oreja derecha, marcando un momento crucial en la historia reciente del país.
El ataque ocurrió cuando Crooks, utilizando un rifle estilo AR-15 adquirido legalmente por su padre, abrió fuego desde un tejado a unos 200 metros de distancia. Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos respondieron de inmediato, abatiendo al agresor segundos después de que disparara alrededor de ocho tiros.
La tragedia se cobró dos vidas, mientras que Crooks logró burlar la seguridad del Servicio Secreto, siendo visto por autoridades locales cerca de los detectores de metales de la TSA antes del evento. Testigos alertaron sobre su presencia armada en el tejado poco antes de los disparos.
Crooks, residente de Bethel Park, un suburbio de Pensilvania, se describía como una persona tímida y supuestamente víctima de acoso escolar. A pesar de su perfil discreto, el joven había mostrado afiliación política al Partido Republicano y había realizado una donación a ActBlue, un comité de acción política progresista, a los 17 años.
El FBI ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar las motivaciones del atacante y si actuó solo o contó con algún cómplice. Mientras tanto, el Servicio Secreto ha sido objeto de críticas por su aparente fallo en la seguridad del ex presidente, lo que ha llevado al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes a convocar a una audiencia el 22 de julio para examinar estos eventos y las circunstancias que llevaron a un joven sin entrenamiento militar a intentar un acto tan extremo en suelo estadounidense.
This’s the Crook who tried to assassinate Donald Trump, Thomas Mathew Crooks, his names sounds what he is,20 years old white monkey . pic.twitter.com/Cl0LTly3BV
— Jeomillee (@jeomillee1) July 14, 2024
