Publicado: julio 2, 2024
Expertos en enfermedades infecciosas están cada vez más preocupados por la posible evolución de la gripe aviar y sus implicaciones para la salud pública mundial, según revelan entrevistas exclusivas realizadas por Reuters. Desde la detección del nuevo subtipo H5N1 en aves migratorias en 2020 hasta su reciente propagación a 129 rebaños lecheros en Estados Unidos, el virus ha mostrado signos alarmantes de adaptación que podrían facilitar su transmisión entre humanos.
Scott Hensley, profesor de microbiología de la Universidad de Pensilvania, advierte que la situación actual parece una pandemia en desarrollo lento. Aunque la amenaza es actualmente baja, Hensley subraya la necesidad urgente de una vigilancia intensificada para detectar cualquier indicio de transmisión humana temprana, lo que permitiría una respuesta proactiva a nivel mundial.
En Estados Unidos, la vigilancia de la gripe aviar en vacas lecheras es un punto crítico. Los esfuerzos federales se centran en los rebaños antes de que crucen las fronteras estatales, mientras que los análisis estatales muestran inconsistencias. Funcionarios de salud y expertos en pandemias señalan la necesidad de una monitorización más rigurosa y una mejor comprensión de la transmisión del virus entre el ganado.
El virólogo Ron Fouchier del Centro Médico Erasmus de Róterdam destaca la importancia de identificar granjas afectadas, cuantificar las infecciones y entender la ruta exacta de transmisión para mitigar el riesgo. Sin embargo, la vigilancia en humanos, según la doctora Jeanne Marrazzo del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, es limitada y pasiva, dificultando una respuesta coordinada entre agencias de salud animal y humana.
Las discrepancias en los enfoques de las agencias pueden ralentizar aún más la respuesta ante una potencial pandemia, como advierte Gigi Gronvall del Centro Johns Hopkins para la Seguridad Sanitaria. Propone la integración de las agencias de salud para una mejor preparación y respuesta ante amenazas biológicas emergentes.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) asegura estar trabajando de manera exhaustiva con los CDC y otros socios para una respuesta integral. Aunque la investigación actual sugiere que el suministro alimentario sigue siendo seguro, el riesgo para la salud humana no se puede subestimar.
La experiencia previa con pandemias, como la H1N1 en 2009, indica que una vigilancia anticipada podría haber mejorado significativamente la preparación y respuesta sanitaria global. Con varios casos recientes de gripe aviar H5N1 en humanos en Estados Unidos y México, así como en otros países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene una evaluación cautelosa del riesgo actual, mientras se prepara para una posible evolución del virus.
En México, los infectólogos instan a la preparación anticipada ante una potencial pandemia de gripe aviar, subrayando la importancia de la producción rápida de pruebas, tratamientos y vacunas a gran escala si fuera necesario. La Coalition for Epidemic Preparedness Innovations (CEPI) está en conversaciones para desarrollar vacunas prototipo que permitan una respuesta rápida en caso de brote.
A nivel global, países como Estados Unidos y Europa están asegurando dosis de vacunas prepandémicas para grupos de alto riesgo, mientras exploran tecnologías más avanzadas para acelerar la producción de vacunas pandémicas. A pesar de los desafíos logísticos y regulatorios, la comunidad científica y sanitaria enfatiza la necesidad de mantener un equilibrio entre la preparación anticipada y la respuesta proporcional al riesgo emergente.
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Redacción