En su audiencia general semanal, el papa Francisco pidió este miércoles a los sacerdotes que sus homilías sean breves, recomendando que «no superen los ocho minutos» para evitar que los fieles pierdan la atención o se «duerman». La homilía, que es el discurso en el que el sacerdote comenta una lectura del evangelio, debe ser concisa y efectiva, señaló el pontífice.
«Una homilía debe ser breve. Una imagen, un pensamiento, un sentimiento», expresó Jorge Bergoglio. Añadió que después de los primeros ocho minutos, la gente empieza a desconectarse, y en muchos casos, a quedarse dormida. «Y tienen razón,» dijo el papa argentino con un tono relajado, subrayando la importancia de mantener la claridad y la brevedad en los sermones.
Francisco ya había tocado este tema en el pasado. En 2023, declaró que las homilías excesivamente largas son un «desastre», reiterando su preocupación por la efectividad de la comunicación en las misas.
Con estas declaraciones, el papa busca que los mensajes de los sacerdotes sean más accesibles y significativos para los fieles, enfocándose en la claridad y la concisión para mantener la atención de la congregación.
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Redacción
