El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, cifró el jueves en casi cuatro mil el número de bajas norcoreanas en la región rusa de Kursk. Allí, unos 11.000 soldados de Corea del Norte se han incorporado a las tropas rusas, que tratan de expulsar de ese territorio a las unidades ucranianas que ocupan una parte de la región.
“Sabemos que hasta hoy han perdido cuatro mil (soldados)”, dijo Zelenski en su discurso ante los ministros de Defensa de los más de cincuenta países que ofrecen ayuda militar a Kiev, que celebran en la base militar de Ramstein (Alemania) su última reunión antes de la llegada a la Casa Blanca el 20 de enero del presidente electo de EE. UU., Donald Trump.
Zelenski afirmó que la entrada de personal militar de Corea del Norte en la guerra de Ucrania es una prueba de que el presidente ruso, Vladímir Putin, quiere “redoblar” su campaña militar contra Ucrania y no está interesado en alcanzar un acuerdo de paz.
El líder ucraniano pidió a Estados Unidos y Europa que aumenten con sanciones y más ayuda militar a Kiev la presión sobre Putin para forzarle a poner fin a la agresión militar contra Ucrania.