La Escuela de Planificación y Promoción Social y el Consejo de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional (UNA) manifestaron su desacuerdo con el nombramiento de Marta Esquivel Rodríguez, como nueva jerarca del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan).
Tanto para la Escuela como para el Consejo, el nombramiento no cumple con los criterios esenciales de idoneidad profesional, técnica, académica y ética necesarios para liderar un organismo clave en la consolidación de acciones y estrategias de desarrollo determinantes para el país.
A continuación, se detalla el contenido del acuerdo aprobado:
- La importancia de la planificación para el desarrollo estratégico de Costa Rica es innegable. En este sentido, la Escuela de Planificación y Promoción Social de la Universidad Nacional ha sido un pilar fundamental en la formación de especialistas altamente capacitados que contribuyen al diseño, implementación y evaluación de la planificación y las políticas públicas efectivas para el país.
- La disciplina de la planificación no solo es una herramienta técnica, sino un eje estratégico que conecta las aspiraciones de desarrollo sostenible, la equidad social y la eficiencia en la gestión pública. Los profesionales en planificación poseen una perspectiva integral que les permite anticiparse a desafíos futuros, articular recursos y construir soluciones innovadoras para el beneficio de la sociedad costarricense.
- El impacto de la Escuela de Planificación y Promoción Social trasciende el ámbito académico; ya que, su aporte se refleja en la capacidad de la unidad académica en brindar profesionales al país para construir procesos de planificación y políticas públicas basadas en evidencias, con objetivos claros a mediano y largo plazo. Su legado está presente en la elaboración de estrategias que priorizan el bienestar colectivo, fortalecen las instituciones y promueven una gobernanza inclusiva.
- Por ello, es vital que los especialistas en planificación ocupen espacios clave dentro de la toma de decisiones. Su formación técnica y su compromiso con la mejora continua de los procesos de desarrollo que aseguran la coherencia y efectividad de las políticas nacionales, alineando los esfuerzos del país con los retos globales.
- En el ámbito de la planificación, así como en otras profesiones, es imprescindible garantizar la idoneidad de los profesionales que asumen responsabilidades en esta área. La formación especializada en planificación asegura que las políticas públicas se diseñen con base en criterios técnicos, científicos y estratégicos, fundamentales para responder a las necesidades y aspiraciones del país. La designación de personas sin la preparación adecuada compromete la coherencia, eficacia y sostenibilidad de las acciones en este campo.
- Desde este espacio, hacemos un llamado a valorar y fortalecer el papel de la planificación en la política pública, reconociendo la trascendencia de la disciplina, la importancia de contar con profesionales idóneos y apoyando a las instituciones y especialistas que trabajan para garantizar el progreso sostenible y equitativo de nuestra nación.
- Por lo tanto, desde la Escuela de Planificación y Promoción Social, Universidad Nacional manifestamos nuestro desacuerdo con el nombramiento de la señora Marta Eugenia Esquivel Rodríguez como nueva ministra del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN). Consideramos que este nombramiento no cumple con los criterios esenciales de idoneidad profesional, técnica, académica y ética necesarios para liderar un organismo clave en la consolidación de acciones y estrategias de desarrollo determinantes para el país.
- La ética profesional es un pilar fundamental en el ejercicio de funciones públicas, especialmente en instituciones responsables de la planificación nacional y la política económica. Este principio exige que las personas designadas para cargos de alta relevancia posean no solo las competencias técnicas y académicas requeridas, sino también un profundo compromiso con la transparencia, la responsabilidad social y el interés colectivo. La falta de estos criterios compromete no solo la eficacia de las políticas implementadas, sino también la confianza en la gestión pública. En este contexto, reiteramos la importancia de promover nombramientos basados en méritos comprobables, garantizando que las personas en posiciones estratégicas cuenten con el perfil adecuado para abordar los retos nacionales con profesionalismo, integridad y visión de futuro.
- Las universidades son formadoras de los cuadros profesionales, y tienen una responsabilidad con el resguardo del correcto y legítimo ejercicio profesional, función que comparten -cuando corresponde- con los colegios profesionales. De este modo, son vigilantes de la competencia técnica, el rigor profesional y la corrección ética que desplieguen las personas en su actuación profesional. Esto adquiere una mayor relevancia cuando se trata de profesionales en la función pública y de aquellas personas que acceden a cargos de decisión en los que se requiere conocimiento específico y competencia profesional (principio de idoneidad). Por tanto, las universidades devienen legitimadas para la denuncia fundada cuando esos principios de idoneidad y legitimidad son irrespetados y socavados.
- El criterio de idoneidad como principio constitucional básico que debe prevalecer en la selección para ocupar puestos en la función pública, criterio que la universidad ha asumido en sus procesos de selección y reclutamiento de personal académico y administrativo.
- Que estos puestos atienden no solamente la política pública, sino la parte económica y de planificación, áreas medulares en la formación que se ofrece desde la Escuela de Economía, el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible y la Escuela de Planificación y Promoción Social (es la única escuela con expertise y formadora de profesionales en esta materia), todas de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional.
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Guillermo Solano Gutiérrez