Por: Guillermo Solano
Un sondeo aleatorio realizado por académicos del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA) determinó una aceptación ampliamente mayoritaria del teletrabajo, al tiempo que reconocieron los impactos ambientales que esta modalidad genera.
Los datos obtenidos son parte del proyecto El Teletrabajo como un mecanismo para contribuir el al desarrollo sostenible, a cargo de Marco Otoya, director del Cinpe y de Ivannia Bolaños, investigadora de este centro.
El objetivo fue detallar en cierto sector de la población las consideraciones acerca del teletrabajo, formato laboral que se implementó en el país con mayor impulso tras la llegada de la pandemia, en el 2020, como una forma de reducir el riesgo de contagio por una menor interacción humana presencial. Incluso, un 38% de los participantes aseguró que ya realizaba trabajo remoto desde antes de la aparición de la covid-19.
En ese contexto, se dio la aprobación, además, de la ley 9.738 para regular el teletrabajo, “con el objetivo de promover, regular e implementar el trabajo virtual para fomentar la generación de empleo y la modernización tanto en el sector privado como en el público”.
Ivannia Bolaños, afirmó que la pandemia propició una transformación acelerada de la mano con el trabajo remoto. “Hubo una necesidad de crear un distanciamiento físico que impactó no solo en la reducción de emisiones contaminantes, como se determina en este estudio, sino también en la continuidad operativa de las organizaciones y en una mayor conciliación entre la vida laboral y personal”.
El sondeo obtuvo 209 respuestas de personas que respondieron un formulario en línea, dirigido a personas mayores de 20 años. Sus resultados no se pueden extrapolar a la población nacional, pues no se trata de una encuesta con muestra estadísticamente representativa.
Resultados
Un 97% de las personas que hace teletrabajo manifestó que se siente a gusto con esta medida. Aun así, casi la mitad (49.4%), preferiría una modalidad mixta (que combine con la presencialidad algunos días de la semana), mientras que solo un 4.82% considera que lo mejor sería que fuera 100% virtual.
El objetivo central de la investigación fue establecer la relación entre el teletrabajo y el medio ambiente y, para ello, el sondeo abordó varios aspectos en esa línea. Una de sus principales conclusiones es que un 82.4% de teletrabajadores aseguró que sí realizaba separación y reciclaje de residuos, aunque solo un 5.34% aseguró que inició con este hábito luego de la pandemia.
El hecho de realizar labores desde la casa pudo influir en el cambio de patrones de consumo, que benefician al ambiente. Solo en el caso del combustible, alrededor del 68% indicó que percibió un ahorro de 17.678, 22 colones, mientras que quienes se trasladaban a sus lugares con el transporte público reportaron una disminución de hasta 15.198 colones.
Antes del teletrabajo, un 56.63% utilizaba su vehículo particular para trasladarse a su lugar de trabajo. Un 28.92% era usuario del bus y un 3.61% empleaba su motocicleta. Opciones como el tren o servicios de transporte colaborativo tuvieron menores menciones. De acuerdo con la información recopilada, en promedio las personas se desplazan 14.41 kilómetros para llegar a sus destinos laborales y el tiempo de traslado es de 48 minutos de ida y de 58 minutos de regreso.
En referencia a los lugares físicos de sus trabajos, un 76.6% afirmó que en las empresas donde laboran se hace uso del aire acondicionado, mientras que un 22.2% manifestó lo contrario. “Existe una potencial disminución del uso de estos sistemas cuando las personas trabajan desde sus hogares, y eso es un efecto positivo por la reducción en términos energéticos”, enfatizó Otoya.
Si en los anteriores apartados se determinó un ahorro, en otros rubros, más bien hubo un aumento del gasto en el hogar. Ejemplo de ello fue el relacionado con la compra de equipo de oficina, muebles y artículos de limpieza, los cuales incrementaron la facturación en 15.075 colones. También, los participantes del sondeo reportaron un mayor gasto en la tarifa eléctrica en 6.576 colones en promedio (un 71% opinó así). Asimismo, subieron los gastos por consumo de alimentos en el hogar (12.832 colones en promedio) y de servicios como agua potable e Internet (4.990 colones).
A pesar de lo anterior, este proyecto consultó si las personas que trabajan desde sus casas perciben que esta medida contribuye o no a mitigar los efectos negativos de la actividad humana sobre el ambiente. Un 91% indicó que sí y relacionan dicho impacto con la reducción de desplazamientos a sus lugares de trabajo, donde deben utilizar sus vehículos u otros sistemas de transporte, “por lo que hay menos emisiones de dióxido de carbono, que a su vez, se traduce en una reducción de gases de efecto invernadero”, indica el informe del proyecto.
De los participantes un 41.32% dijo vivir en Heredia, seguido de la provincia de San José con un 28.74% y Alajuela con un 26.35%. En contraste con estos porcentajes, casi la mitad (49.7%) de las empresas donde laboran los teletrabajadores se ubica en San José, mientras que un 41.92% está en Heredia.
Con respecto a la cantidad de días que realizan teletrabajo, las afirmaciones fueron diversas. Del total de consultas respondidas, 97 dijeron que lo hacían cinco días a la semana, 26 respondieron que tres, 21 dijeron cuatro, 11 señalaron dos y cinco personas, una. Incluso hubo dos respuestas que indicaron seis días a la semana y cinco más los siete días.
En cuanto a recomendaciones, el proyecto de Otoya y Bolaños sugiere la implementación de incentivos fiscales para las empresas que promuevan el teletrabajo, programas de concientización de esta modalidad por parte del gobierno, alineación de la estrategia con otros programas posicionados como el de Bandera Azul Ecológica e integrarse a los Programas de Gestión Ambiental Institucional que ejecutan el Poder Judicial o el Instituto Nacional de Seguros, por citar ejemplos.
Finalmente, los investigadores determinaron el aporte del teletrabajo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Aplica en el número ocho sobre trabajo decente y crecimiento económico; el 11, relacionado con ciudades sostenibles e inteligentes y el 12, vinculado con la producción y consumos responsables.
Source
Laura Ortiz Cubero
