UNA Comunica – Sinamot evitó evacuaciones innecesarias ante tsunami de Kamchatka

Sinamot evitó evacuaciones innecesarias ante tsunami de Kamchatka
El pasado martes 29 de julio el Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico se activó en su totalidad por primera vez en tres años, debido a un sismo en la Península de Kamchatka, Rusia. En nuestro país, el Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (Sinamot-UNA), se activó 9 minutos después de sismo, gracias a una llamada de la Central de Monitoreo de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE). La Universidad Nacional tiene un convenio con la CNE para asegurar que se monitoreen y atiendan eventos con potencial de generar tsunamis las 24 horas del día, todos los días del año.

Como parte de ese convenio, la Central de Monitoreo de la CNE cuenta con un programa de monitoreo sísmico a nivel mundial que emite una alarma visual y sonora cuando se presenta un sismo de magnitud mayor a 6.0 en cualquier parte del mundo. En ese caso, tal como ocurrió el pasado 29 de julio, ellos activan al Sinamot-UNA para que realicen el análisis de amenaza de tsunami para nuestro país.

Como inicialmente la magnitud del sismo se calculó erróneamente en 8.0, el Sinamot-UNA indicó que no iba a representar amenaza para Costa Rica. Posteriormente, la magnitud del sismo fue recalculada en 8.8 por el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) y el Servicio Geológico de los Estados Unidos de América (USGS). Esa nueva magnitud indicaba que el sismo había liberado aproximadamente 16 veces más energía de lo pensado originalmente. Con esa nueva información, el Sinamot-UNA estimó que Costa Rica podría experimentar corrientes peligrosas, pero no inundaciones, y así lo comunicó a la CNE.

Sin embargo, en todo momento, los boletines del PTWC ubicaban a Costa Rica en el grupo de países que podrían experimentar alturas de tsunami de 1 a 3 m. Alturas de tsunami de ese tamaño implicarían inundaciones y por lo tanto hubieran requerido una evacuación.

 

“Desde su creación, el Sinamot-UNA, además de ser el Centro Nacional de Alerta de Tsunamis de Costa Rica, realiza estudios de amenaza de tsunami, que han permitido estimar el impacto de posibles tsunamis generados en las diferentes regiones del Pacífico y el Caribe para nuestro país. Además, años de colaboración con instancias internacionales y colegas de otros países, nos han dado acceso a herramientas avanzadas para usar en este tipo de casos”, dijo Silvia Chacón, coordinadora del Sinamot-UNA.

Durante toda la noche y la madrugada del martes 29, las personas científicas del Sinamot-UNA se dedicaron a realizar simulaciones por computadora para evaluar la amenaza de este tsunami en particular para nuestro país. Todos los resultados de los modelos indicaban que no se iban a dar inundaciones, sólo corrientes peligrosas, tal como se había indicado.

Basándose en el criterio científico del Sinamot-UNA, la CNE no ordenó evacuaciones, como sí lo hicieron otros países latinoamericanos. Finalmente, el tsunami de Kamchatka fue observado en 11 puntos del litoral Pacífico costarricense, entre los que se incluyen 4 estaciones mareográficas que permitieron ver el arribo del tsunami en tiempo real, pero no causó inundaciones. Las personas que lo observaron reportaron corrientes fuertes y cambios de nivel del mar pero que no sobrepasaron los niveles de marea alta. Estos reportes se dieron en Cuajiniquil, Potrero, Sámara, Puerto Carrillo, Pochote, Punta Burica y Bahía Wafer en la Isla del Coco.

Según comentó Chacón, Costa Rica recibió a finales del año pasado la donación de cuatro estaciones mareográficas por parte de la Unión Europea, de las cuales ya se han instalado tres. Esas tres estaciones, junto con la ya existente en Quepos aportaron información valiosa sobre este tsunami.

“Por ejemplo, en los mareógrafos las alturas del tsunami fueron menores a un metro: la máxima altura se dio en el de la Marina Flamingo con 63 cm, seguido por el de la Marina Pez Vela en Quepos con 38 cm, luego el del Muelle de Cruceros en Puntarenas de 19 cm y el del Muelle del INCOP en Golfito con 17 cm”.

Si bien el PTWC pronosticó la hora de llegada del tsunami entre las 7:50 a.m. (para la Península Santa Elena) y las 8:18 a.m. (Cabo Matapalo, Península de Osa) del miércoles 30 de julio, las primeras olas del tsunami se pudieron observar en los mareógrafos a partir de las 9:50 a.m. de ese día en la Marina Flamingo, 11:21am en Puntarenas, 10:20 a.m. en Quepos y 1 p.m. en Golfito.

Por otro lado, tal como indicó el SINAMOT, el tsunami se extendió durante aproximadamente 12 horas, como suele suceder para tsunamis de ese tamaño que afectan a todo un océano. Por lo tanto, si bien las primeras olas llegaron cuando la marea estaba baja, las alturas máximas registradas en los mareógrafos se dieron cuando la marea estaba alta: a las 5:37 p.m. en Flamingo, 5:59 p.m. en Puntarenas, 4:32 p.m. en Quepos y 7:31 p.m. en Golfito. “Esto debe reafirmar a la población una vez la importancia de seguir las indicaciones de las autoridades por el tiempo que sea necesario, ya que éstas alturas máximas se observaron entre 6 a 8 horas después de las primeras olas del tsunami”, detalló la coordinadora.

Para Chacón, “este tsunami fue una oportunidad para poner a prueba los protocolos de comunicación y alerta de tsunami de Costa Rica a nivel nacional, cantonal y comunal y nos deja lecciones muy importantes para mejorar nuestra preparación ante futuros eventos de este tipo”.

Source
Laura Ortiz Cubero

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