Por su destacada trayectoria como investigadora y académica de la química ambiental y marina en la Universidad Nacional (UNA) y el país, la exrectora Sandra León Coto, fue reconocida por el Colegio de Químicos de Costa Rica como la Química del año 2024.
León Coto, quien fue rectora en el periodo 2010-2015, contribuyó al desarrollo de políticas y proyectos para la gestión de recursos hídricos, la contaminación y el manejo de cuencas, así como su labor en la formación de generaciones de químicos industriales y científicos.
A León Coto se le reconoció el desarrollo de la química en el país desde la academia. Participó en la elaboración de los planes de estudio Licenciatura en Enseñanza de las Ciencias con énfasis en Química; Química Industrial, grado Licenciatura; Rediseño curricular, Química Industrial, grado de Licenciatura; Maestría en Gestión y Estudios Ambientales.
Con su participación en la creación de la carrera de química industrial en la UNA, se le dio un acertado y renovado enfoque a la enseñanza de la química en el país, considerando el grado de desarrollo de la industria química nacional y las necesidades de las industrias de tecnologías emergentes, semiconductores y biomédicos, que se instauran en Costa Rica y la perspectiva de sostenibilidad ambiental.
“Lo más bello que tiene un profesor son sus estudiantes. En una ocasión, alguien me dijo: mi éxito más grande en la vida es tener estudiantes que me superen, eso es lo que he querido. Siempre he sido apegada a la muchachada, a la parte joven, a la parte que tiene energía. Hoy me siento feliz y realizada apoyando a la secundaria, porque creo firmemente que nuestra educación mejorará en la medida en que la primaria y la secundaria estén mejor, para no tener tantos inconvenientes educativos y de formación cuando los estudiantes llegan a la universidad”, dijo León.
León también ocupó el cargo de directora de la Unidad Coordinadora de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en los años 80, desde donde realizó una labor importante principalmente para las comunidades costeras del Golfo de Nicoya, bajo un modelo de integración de la investigación y la extensión universitaria en el campo de la química marina, las pesquerías, la contaminación y el manejo costero.
Por más de 20 años, su trabajo de investigación proyectó a la UNA a través de diversos proyectos interdisciplinarios sobre el manejo de desechos municipales y del sector productivo; caracterización fisicoquímica de estuarios (Golfo Dulce, Golfo de Nicoya, Estero de Puntarenas, entre otros) y de la plataforma continental de Centroamérica con aplicación al ordenamiento de las pesquerías; contaminación por materia orgánica, metales pesados y derivados de petróleo, procesos de sedimentación en la zona litoral en relación con instituciones estatales, grupos organizados de la sociedad civil, sector privado y comunidad en general; estudios para el manejo de varias cuencas del país, por ejemplo Tárcoles, Tempisque, Morote, y el Río San Juan, como cuenca bilateral.
Participó activamente en la elaboración en no menos de 20 informes técnicos, estudios de impacto ambiental, así como en la elaboración de diagnósticos y planes estratégicos relacionados con recursos hídricos y otros temas.
Por su contribución a esta ciencia, el Colegio de Químicos de Costa Rica también le dio mención de honor a los profesionales Steven Vargas y Yajaira Salazar.
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UNA