El pasado 7 y 8 de noviembre, los Campus Liberia y Nicoya de la Universidad Nacional (UNA) desarrollaron los actos de graduación correspondientes al segundo periodo 2024. En esta oportunidad cuatro nuevos profesionales compartieron parte de sus vivencias dentro del proceso de formación universitaria en Guanacaste.
Joylin Martínez, vecina de La Cruz de Guanacaste, madre de dos hijos, el menor de ellos con autismo regresivo. Su madre, Sara Umaña de oficio costurera y su papá Francisco Martínez, peón de construcción han sido ejemplo de esfuerzo y superación para que esta joven alcanzara su meta de graduarse como bachiller en la carrera de Administración que imparte el Campus Liberia de la UNA.
Con lágrimas en sus ojos, la nueva profesional resaltó que sus padres están orgullosos de ella, pues son conscientes de lo que Joylin ha afrontado para ser profesional sello UNA. Atrás quedaron las exhaustas caminatas hasta la parada del bus, las empapadas, las trasnochadas estudiando y velando por su hijo enfermo, incluso los momentos de sufrimiento que hoy se compensan con su título universitario.
Xavier Díaz es otro ejemplo de los estudiantes universitarios que pese a las dificultades alcanzó su bachillerato en Administración. Este joven vecino de Cañas Dulces de Liberia comentó que uno de sus momentos más críticos fue cuando se dio cuenta de que estudiaba en otra universidad una carrera que no le satisfacía, por lo que pasó varios años sin estudiar hasta que ingresó al Campus Liberia de la UNA, donde encontró su rumbo.
Díaz, hijo de un tractorista y su madre ama de casa, aseveró que pese a encontrar la carrera de su agrado, el camino ha sido duro en cuanto problemas económicos y de aprendizaje, pero gracias al acompañamiento de los profesores y sus compañeros logró ser profesional.
Se pusieron las pilas
En el caso del Campus Nicoya, Ángela Chavarría es otro claro ejemplo de que cuándo se quiere, se puede. Chavarría vecina de Talolinga de Nicoya, hija mayor de la familia, su papá mecánico y su madre ama de casa, expresó que durante su formación en la carrera de Administración tuvo momentos gratos y otros no tanto, como cuando durante todo un semestre no contaba con el recurso tecnológico para realizar sus trabajos universitarios, por lo que viajó todos los días más de 25 kilómetros para cumplir con sus obligaciones académicas y no perder la beca, con una inversión en pasajes superior a los 60 mil colones.
Chavarría aprovechó para dar un mensaje a las mujeres jóvenes de su región para que lleven una carrera universitaria y que si se topan con dificultades siempre encontrarán personas que les apoyen y le tiendan la mano.
Ahora bien la distancia no fue justificación para que Emmanuel Quesada, vecino de Santa Gertrudis de Grecia, provincia de Alajuela, sea hoy bachiller en la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información del Campus Nicoya de la UNA.
Este joven hijo de agricultores, apenas culminó la secundaria, sin pensarlo mucho empacó sus cosas y se fue a estudiar a Guanacaste, lejos del calor del hogar y sus amistades en Grecia. En su interior Quesada quería tener la experiencia de vivir solo, independizarse y conocer otras personas.
Reconoció que a pesar de perder cursos, afrontar problemas personales y en ciertos momentos desmotivarse, se levantó y con el apoyo de compañeros y profesores logró salir adelante y ser profesional sello UNA. Quesada le dice a los jóvenes que estudien una carrera para un mejor futuro y que pese a las caídas siempre hay que levantarse y ver hacia adelante, porque como una vez le dijo su padre: “Cuando ya usted se monta en la mula hay que amansarla”.
Source
Johnny Núnez Zúñiga
