En una sociedad costarricense compleja en la que persisten sectores excluidos y en desventaja, con circunstancias de vida que, en algunos casos, llevan a las personas a tomar decisiones que les privan de oportunidades y les ubican en situaciones de mayor riesgo y vulnerabilidad, la Universidad Nacional implementa un sistema de admisión estratificado, que se caracteriza por atraer y favorecer el ingreso de estudiantes provenientes de estos sectores de la sociedad.
Este conglomerado lo constituyen personas que pertenecen a núcleos familiares, en los que, por primera vez, uno de sus miembros accede a la educación terciaria. La Universidad Nacional invierte el segundo presupuesto más importante de la institución en un sistema de becas, beneficios y servicios de vida estudiantil, sin los cuales esta población no podría permanecer y graduarse.
El sistema de becas de la UNA es uno de los más robustos del país, y resulta clave en el proceso de inclusión y movilidad social.
De los más de 10.000 estudiantes beneficiados en 2024, el 93,2% proviene de colegios públicos y educación abierta, lo que subraya el compromiso de la universidad con la equidad educativa.
La inversión realizada por la Universidad Nacional en su sistema de becas y beneficios estudiantiles en 2024 asciende a ₡12.244.876.073, uno de los presupuestos más significativos en este rubro. Este esfuerzo no solo asegura el acceso a la educación superior, sino que también contribuye al desarrollo integral de los estudiantes, preparándose para contribuir activamente al progreso social y económico del país.
Como parte de las acciones para atender de manera oportuna las necesidades socioeconómicas de esta población, se aplica el beneficio de equidad a casi 1500 estudiantes, quienes se encuentran en pobreza extrema o vulnerabilidad social, con lo que se logra superar el flagelo de esta condición.
Mediante el Fondo de Becas, la UNA brinda un aporte para el cuido a 235 estudiantes padres y madres, con hijas e hijos de temprana edad, y a su vez asigna aportes económicos adicionales a más de mil estudiantes para gastos de índole académico, salud y otros. Este grupo accede a una matrícula prioritaria, lo cual permite que sus condiciones horarias para el estudio se ajusten al compromiso de la maternidad y la paternidad.
Las becas estudiantiles también reconocen el talento académico, deportivo y artístico, lo que motiva a muchas personas destacadas en estas áreas a seguir esforzándose, al tiempo que mantienen un rendimiento académico que les permite avanzar en su carrera, participar en proyectos de investigación, docencia y extensión, fortalecer sus habilidades y disfrutar de una vida universitaria plena.
Las residencias estudiantiles constituyen un beneficio desde el sistema de becas y ofrecen oportunidades de hospedaje a personas estudiantes que residen en zonas alejadas del campus donde cursan su carrera. Las residencias operan mediante un modelo institucional de atención profesional, que favorece la sana convivencia, complementa y contribuye a su formación académica con compromiso y justicia social.
Desde 2022 se generó, en conjunto con la Federación de Estudiantes, un fondo humanista para atender de manera inmediata las situaciones de emergencia o necesidades de salud de la persona estudiante, con lo que se reafirma el compromiso institucional con sus estudiantes.
El sistema de becas de la Universidad Nacional se propone seguir impactando de manera positiva en la sociedad costarricense, para favorecer, cada vez más, a un mayor número de personas que tienen la oportunidad de acceder a una educación superior, sostenible y diversa, que fomenta la excelencia académica, promueve la movilidad social y contribuye a afianzar una sociedad más justa e inclusiva.
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Natalia Salas Gómez