UNA Comunica – Especialistas llaman a escuchar activamente para prevenir el suicidio

En el marco del Día Internacional de la Prevención del Suicidio, se realizó en el auditorio Clodomiro Picado, la conferencia: La escucha frente al suicidio, organizada por la Escuela de Psicología junto con la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, el Ministerio de Salud (Minsa) y la Municipalidad de Heredia. El encuentro reunió a especialistas, autoridades e instituciones para reflexionar sobre la prevención, la atención y la posvención del suicidio.

Mauricio Campos Campos, psiquiatra de la Asociación Costarricense para el Estudio y Prevención del Suicidio (ACEPS), destacó en su ponencia la escucha activa como una herramienta esencial en la prevención, sobre todo en población adolescente y joven. Recordó que tras la pandemia de covid-19 los casos de depresión aumentaron en un 27,6% y los de ansiedad en un 25,6%. “UNICEF señala que en América Latina y el Caribe el 15% de los adolescentes de 10 a 19 años vive con un trastorno mental diagnosticado y que cada día más de 10 jóvenes mueren por suicidio en la región. En Costa Rica, entre 2019 y 2023, las muertes por suicidio oscilaron entre 383 y 454 al año, con un incremento en personas de 15 a 25 años, donde esta es la tercera causa de muerte”, mencionó.

Además, explicó que muchos trastornos inician en la adolescencia, etapa de cambios cerebrales que favorecen la aparición de depresión, ansiedad, esquizofrenia, bipolaridad y trastornos alimentarios. Indicó que en los jóvenes la depresión puede expresarse con irritabilidad, aislamiento, pérdida de interés en actividades, alteraciones en el sueño y la alimentación, culpa e incapacidad para manejar la ansiedad. Agregó que los adolescentes también muestran equivalentes depresivos como consumo de drogas y alcohol, escapes de casa, conflictos escolares, violencia, descuido de la salud y autolesiones.

“Lastimosamente la circunstancia del suicidio puede darse a cualquier edad, aun los niños pueden enfrentarse a situaciones que los lleven a ideación suicida. Sin embargo, las estadísticas mundiales muestran un crecimiento, en especial en mujeres jóvenes de 14 a 25. La muerte de un niño o un joven nos confronta directamente sobre lo que estamos haciendo o dejando de hacer como sociedad”, afirmó el psiquiatra.

El especialista desmintió mitos frecuentes, como que hablar del tema incentiva la conducta o que las autolesiones son solo una forma de llamar la atención. Explicó que, según la teoría de Shneidman, el suicidio no responde a una decisión racional sino a un sufrimiento psicológico insoportable. Recomendó escuchar más y hablar menos, no minimizar lo que siente la persona, no guardar secretos y remitir siempre a profesionales de salud mental.

La conferencia también incluyó la participación de la psicóloga y socióloga Jackie Secades Méndez, quien abordó el tema de la posvención, es decir, el acompañamiento a personas que atraviesan un duelo por suicidio. Recordó que este proceso involucra a familiares, amistades, compañeros y comunidades, ya que todos pueden verse afectados por la pérdida.

“Una vez que ocurre un fallecimiento por suicidio es muy importante intervenir en los espacios donde esa persona estuvo presente: la familia, el centro educativo, el trabajo, la comunidad. Este evento puede detonar ideación suicida en otras personas vulnerables. No necesariamente se requiere un vínculo directo para sentirse afectado, basta con que la historia personal de alguien lo haga más frágil”, explicó Secades.

La especialista enfatizó que los sobrevivientes de una pérdida por suicidio requieren acompañamiento profesional para procesar su duelo y evitar que este se complique. También indicó la necesidad de una comunicación responsable en medios y en la vida cotidiana, evitar expresiones que estigmaticen o minimicen el dolor. “Validar el sufrimiento, estar presente y orientar hacia recursos de apoyo profesional y comunitario son acciones fundamentales”, concluyó.

Por su parte, Idaly Cascante Herrera, directora del Departamento de Orientación y Psicología (DOP-UNA), destacó los desafíos del país en la detección temprana de riesgos, la atención oportuna en salud mental y la coordinación entre niveles de atención. Insistió que las señales de alerta no deben perderse en la burocracia ni en la falta de recursos, ya que cada minuto de retraso prolonga el sufrimiento de las personas en riesgo.

Source
UNA

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