La historia del arte en la Universidad Nacional (UNA) ha sido escrita con pasión, talento y compromiso, una narrativa que este año celebra medio siglo de creación artística. El Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística (CIDEA-UNA) conmemoró su 50 aniversario con actividades que reflejan la riqueza y diversidad de sus disciplinas: danza, teatro, música y comunicación visual.
La celebración tuvo lugar el 21 de noviembre en el auditorio Cora Ferro Calabrese, donde estudiantes, egresados, académicos y público en general fueron testigos de de la velada artística. Desde la música del Ensamble de Percusión, dirigido por el profesor Juan Carlos Espinoza con obras de Alejandro Cardona, hasta el espectáculo de danza “Espacio Cósmico” de Mario Vircha, cada presentación fue una muestra del talento cultivado en las aulas del CIDEA. La Escuela de Arte Escénico presentó un extracto de “La Discusión”, obra de Marjorie Arce Valerio, mientras la Escuela de Arte y Comunicación Visual sorprendió con una exhibición de videoarte.
Legado
El origen de este centro remonta a 1974, apenas un año después de la fundación de la UNA, cuando el Padre Benjamín Núñez y el maestro Arnoldo Herrera dieron vida a la Escuela de Bellas Artes. Bajo la dirección de Juan Carreras Jiménez y el liderazgo de figuras pioneras como Margarita Fuscaldo, Elena Gutiérrez, Roger Wesby y Jean Moulaert. En 1985, la institución evolucionó para convertirse en el CIDEA que conocemos hoy.
Este centro ha sido un semillero de talentos y un espacio para la exploración de identidades y compromisos sociales. En palabras de sus protagonistas, el arte en el CIDEA no solo transforma vidas, sino también comunidades y contextos. ” El arte transforma y ha transformado las vidas de muchas personas, comunidades y contextos. Representa una gran esperanza para este país, ya sea en la docencia, la extensión o la investigación”, dijo Pablo Solís, decano del CIDEA.
Para Francisco González, el CIDEA es un pilar de la identidad universitaria: “50 años han transcurrido; a ustedes las gracias infinitas por heredarnos el CIDEA. Hoy nos corresponde la responsabilidad de hacerlo crecer, madurar y germinar todos los días”
Homenajes
El evento también rindió homenaje a figuras que dejaron una huella imborrable en estas escuelas, como Elena Gutiérrez en Danza, Efraín Hernández en Arte y Comunicación Visual, y los músicos Roger Wesby y José Ángel Ramírez. Asimismo, se recordó a pilares de Arte Escénico como Marcia Maiocco, Pilar Quirós y Vera Ramírez, cuyo legado continúa inspirando a nuevas generaciones.
Nombres como Dinorah Bolandi, Julio Escámez, Alejandro Cardona y Carmen Méndez representan solo una fracción de quienes han nutrido el panorama artístico del país desde el CIDEA, contribuyendo no solo a la formación técnica de los estudiantes, sino también a un diálogo profundo con la realidad social y política a través del arte.
A lo largo de 50 años, el CIDEA ha demostrado ser un baluarte de la cultura y la educación superior en Costa Rica. Su multidisciplinariedad lo posiciona como un referente regional, enfrentando retos como la integración de nuevas tecnologías y medios en los procesos creativos. “El CIDEA tiene por naturaleza ser un centro multidisciplinario y transdisciplinario, lo cual representa un reto importante para el futuro”, detalló Solís.
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UNA