Publicado: diciembre 31, 2024
Lo que parecía un incidente aéreo en Pérez Zeledón resultó ser un malentendido. El Cuerpo de Bomberos y la Cruz Roja Costarricense (CRC) confirmaron que el piloto de un ultraligero, inicialmente reportado como precipitado, aterrizó de manera segura y sin contratiempos. La aeronave ya se encuentra en su hangar, y tanto el piloto como el equipo están en perfectas condiciones.
Una alarma que activó los protocolos de emergencia
La alerta se activó alrededor de las 11:01 a.m., cuando se informó sobre una posible caída del ultraligero en las montañas de Pérez Zeledón. Equipos de emergencia se movilizaron rápidamente hacia la zona para atender lo que, en un inicio, se percibió como una situación de riesgo. Sin embargo, minutos más tarde, se descartó la emergencia.
¿Qué ocurrió realmente?
Luis Miranda, subdirector de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), aclaró que todo se debió a un malentendido relacionado con el plan de vuelo. Según Miranda, la aeronave realizó un sobrevuelo prolongado desde las 6:00 a.m. hasta las 11:15 a.m. Este extenso recorrido, sumado a la falta de datos precisos sobre el plan de llegada, generó incertidumbre entre las autoridades, lo que derivó en la activación de los protocolos de emergencia.
“Fue una confusión con la formulación del plan de vuelo. Al no tener claridad sobre la hora exacta de llegada, se perdió el rastro temporal de la aeronave, pero afortunadamente todo concluyó sin problemas”, explicó Miranda.
Respuesta de las autoridades
El Benemérito Cuerpo de Bomberos y otros cuerpos de socorro desplegaron personal hacia las posibles áreas de impacto en Pérez Zeledón. Sin embargo, una vez confirmado que la aeronave aterrizó sin complicaciones, las unidades retornaron a sus bases.
“Nos tranquiliza saber que el piloto está a salvo y que no hubo daños materiales. Es importante destacar la rapidez con la que se actuó para garantizar la seguridad en caso de una emergencia real”, indicó un portavoz de Bomberos.
Reflexión sobre los procedimientos de vuelo
Aunque la situación no pasó de ser un susto, el caso pone en evidencia la importancia de mantener una comunicación clara y fluida entre los pilotos y las autoridades de control aéreo. La actualización constante de los planes de vuelo es fundamental para evitar alarmas innecesarias y garantizar que se puedan prevenir incidentes reales.
Por ahora, el piloto y la aeronave están en óptimas condiciones, y las autoridades aprovecharán este caso para afinar los procedimientos y evitar confusiones similares en el futuro.