Las autoridades paquistaníes anunciaron el domingo una tregua de siete días tras varias jornadas de enfrentamientos entre sunitas y chiitas en el noroeste de Pakistán, que dejaron al menos 82 muertos y 156 heridos.
Pakistán es un país de mayoría sunita, pero en el distrito de Kurram, en la provincia de Jaiber Pastunjuá, cerca de la frontera con Afganistán, vive una gran población chiita y las comunidades se han enfrentado durante décadas.
“Ambas partes acordaron un alto el fuego de siete días, durante el cual también intercambiarán prisioneros y se devolverán mutuamente los cadáveres”, declaró Muhamad Ali Saif, portavoz del gobierno provincial de Jaiber Pastunjuá.
Los enfrentamientos estallaron el jueves cuando una decena de hombres dispararon contra autobuses que transportaban a chiitas.
El viernes y el sábado, los chiitas llevaron a cabo represalias en barrios sunitas, indicaron residentes y autoridades locales.
“Entre los muertos, 66 son chiitas y 16 sunitas”, declaró un funcionario que pidió no divulgar su nombre.
Alrededor de 300 familias huyeron el sábado mientras los tiroteos con armas ligeras y pesadas continuaban durante la noche, aunque no se informó de nuevas víctimas.