Colombia vive momentos de conmoción tras dos graves ataques atribuidos a disidencias de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia): un atentado con explosivos contra una base militar en Cali, Valle, y el derribo de un helicóptero en el municipio de Amalfi, en el nordeste del departamento de Antioquia, ocurridos este jueves.
Los hechos en Cali fueron calificados por la prensa local como los “peores ataques terroristas” desde 2019, cuando la guerrilla ELN protagonizó un atentado con carro bomba contra la escuela policial General Santander, en el sur de Bogotá, dejando 21 muertos.
Al menos 18 personas murieron y 65 resultaron heridas en total hasta ahora en los sucesos de Cali y Amalfi.
El presidente Gustavo Petro describió lo sucedido como “un día de muerte”.
Fue el mismo mandatario quien responsabilizó por los hechos en Cali y Amalfi a la columna Carlos Patiño y Estado Mayor Central (EMC), respectivamente, ambas disidencias de las extintas Farc.
Varias disidencias de las Farc surgieron tras el proceso de paz firmado en 2016 con el gobierno.
“Después de la derrota producida a la columna Carlos Patiño con la pérdida de buena parte del cañón del Micay, tenemos una reacción terrorista en Cali”, escribió Petro en X.
El mandatario hizo referencia a la incautación, el martes 19 de agosto, de cientos de miles de municiones y explosivos en el Cañón del Micay, una zona en el departamento del Cauca.
Ningún grupo armado se atribuyó el incidente hasta ahora.
A principios de este mes, Colombia enterró al candidato presidencial conservador Miguel Uribe, de 39 años, quien en junio fue baleado durante un acto de campaña en Bogotá, la capital.
Los últimos ataques aumentan la presión sobre el gobierno de Petro.
Sus opositores señalan que la postura conciliadora del primer ejecutivo hacia los grupos armados tiene relación con este repunte en la violencia que, aunque no alcanza los niveles de décadas pasadas, genera una preocupación creciente en el país.
En esta nota te explicamos lo sucedido el jueves.
¿Qué ocurrió en Cali?
Según la policía, el ataque con explosivos en Cali, una ciudad de 2,2 millones de habitantes, fue realizado con cilindros bomba cargados en un camión.
Las autoridades señalan que tenía como objetivo la base aérea Marco Fidel Suárez, en el norte de la ciudad.
Testigos en el terreno contaron a la agencia de noticias AFP que escucharon explosiones cerca de la base, que había muchas personas heridas y que varias viviendas resultaron dañadas.
La explosión, que cobró la vida de seis civiles, tuvo lugar cerca de las 15 hora local.
Diversos edificios fueron evacuados y la alcaldía informó de cierres de calles y restricciones en la circulación.
En la misma zona se detectó la presencia de una furgoneta con cilindros bomba en su interior, aunque luego se descartó que estuvieran cargados.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, ordenó un estado de emergencia en la ciudad.
También anunció una prohibición temporal del ingreso de camiones de gran tamaño y ofreció una recompensa de US$10.000 para quienes colaboren con las autoridades.
Valle del Cauca, departamento que tiene como capital Cali, ha sido blanco frecuente de ataques en los últimos meses.
El pasado 10 junio, se atribuyó también al EMC la responsabilidad de una oleada de explosiones y ataques armados que dejaron siete muertos.
Otros 12 atentados ocurrieron en el vecino departamento del Cauca, en los que fallecieron ocho personas.
En esta región del país confluyen varias disidencias de las FARC, facciones herederas del paramilitarismo y el ELN (Ejército de Liberación Nacional).
Todos grupos que se disputan el control territorial y mantienen una pugna armada entre ellos y contra el Estado colombiano.
¿Qué detalles hay sobre el derribo del helicóptero?

Horas antes de las explosiones en Cali, el general de la policía, Carlos Fernando Triana, calificó como “acción terrorista” el derribo de un helicóptero policial con un dron en Amalfi, Antioquia, en el que murieron 12 agentes.
Según Triana, estas acciones se produjeron “contra un componente de personal que cumplía labores de aspersión terrestre de cultivos ilícitos y contra una aeronave de la institución”.
La emisora de radio W reportó que el ataque con drones se produjo mientras la aeronave “se dirigía a apoyar a un grupo de policías que adelantaba labores de erradicación manual de cultivos ilícitos”.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, inicialmente atribuyó el atentado al Clan del Golfo, el mayor cártel de drogas de Colombia.
Pero posteriormente afirmó que fue obra de una facción escindida del EMC, liderada por el comandante Alexander Díaz Mendoza, alias de Calarcá.
¿Qué se sabe de los posibles responsables?
De acuerdo con reportes de la prensa local, ciudadanos detuvieron a un hombre desarmado que intentaba huir de la escena de explosiones en Cali.
Más tarde, el presidente Petro compartió en su cuenta de X que se trata de un individuo identificado como alias Sebastián, quien supuestamente pertenece a una de las estructuras de EMC, dirigidas por Iván Jacob Idrobo, alias Marlon.
El mandatario, en conferencia de prensa, dijo que el atentado fue ejecutado por “dos personas, sin armas, pero cargadas de explosivos, que salieron corriendo apenas uno de los camiones se activó, y que la población ayudó a capturar en el barrio contiguo”.
Los grupos disidentes atribuidos a los ataques del jueves rechazaron el acuerdo de paz firmado en 2016 con la mayor parte de las FARC tras seis décadas de insurgencia.
Guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y cárteles aún controlan zonas de Colombia, pero el país ha disfrutado de años de relativa calma.
Sin embargo, se ha producido un reciente aumento de la violencia que, según los expertos, demuestra que los grupos armados están recuperando fuerza y capacidad para llevar a cabo ataques coordinados y complejos.
Los colombianos temen un retorno a la violencia de las décadas de 1980 y 1990, cuando eran comunes los ataques de los cárteles, la violencia guerrillera y los asesinatos políticos.
Sin embargo, analistas consultados por BBC Mundo insisten en que, si bien la tendencia es preocupante, la violencia está lejos de ser la de entonces.

¿Cómo reaccionó el gobierno?
Después de lo sucedido, el presidente Petro viajó a Cali, en donde tuvo una reunión con altos cargos militares y funcionarios de diversos ministerios de su gobierno.
Aunque en un principio, el ministro del Interior, Armando Benedetti, habló sobre la posibilidad de establecer un “estado de conmoción interior”, esta idea fue descartada por el primer mandatario el mismo jueves.
No obstante, se ordenó la creación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) para atender las secuelas de la emergencia.
De acuerdo con el periódico El Tiempo, se aumentará la presencia militar en la zona.
Eder, alcalde de Cali, explicó que el objetivo del PMU será recuperar sectores del sur del Valle del Cauca.
En respuesta a los ataques del jueves, Petro anunció que los guerrilleros disidentes de las FARC leales al líder Néstor Gregorio Vera, otro grupo conocido como la “Segunda Marquetalia” y el cartel más grande del país, el Clan del Golfo, serían declarados como “organizaciones terroristas”.