Fuertes vientos, lluvias torrenciales y mares embravecidos azotaron Hong Kong el miércoles (24.09.2025), mientras el supertifón Ragasa, considerado el ciclón tropical más intenso de este año, se dirigía hacia el sur de China continental tras dejar al menos 14 muertos en Taiwán por la rotura de un embalse y otros tres en Filipinas. Hong Kong sufrió la caída de decenas de árboles e inundaciones en varios barrios, lo que ha paralizado la urbe y activado la máxima alerta meteorológica.
La Oficina Meteorológica hongkonesa elevó la alerta a la señal de tifón 10, el nivel más alto, lo que llevó a la suspensión de actividades comerciales, transportes públicos y servicios esenciales, mientras se instaba a la población a permanecer en sus hogares. Hacia el mediodía (06:00 CET), Ragasa se alejaba gradualmente de esta ciudad semiautónoma china, que, sin embargo, seguirá aquejada por vientos con fuerza de huracán, según la Oficina.
El fenómeno provocó una “importante marejada ciclónica” en las costas de Hong Kong, con un aumento del nivel del mar en algunas zonas de más de tres metros por encima del nivel de referencia, añadió esa dependencia. “Los mares alcanzarán condiciones extremas con oleajes excepcionales”, advirtió el organismo.
El tifón no interrumpe la Bolsa de Hong Kong
Hasta este mediodía se habían reportado 56 heridos, entre ellos una mujer y su hijo de cinco años que el martes fueron arrastrados al mar mientras observaban las olas en un paseo marítimo, y que se encuentran hospitalizados en estado grave. El gobierno habilitó además 49 refugios temporales en los que se acogió a 791 personas desplazadas. Hong Kong resistió sin víctimas el paso de la tormenta tropical Tapah este mismo mes.
Pese a las actuales condiciones extremas, la Bolsa de Hong Kong mantuvo sus operaciones, siguiendo la política adoptada en 2024 de no interrumpir el comercio por fenómenos meteorológicos. La región china de Macao, conocida por sus casinos, también sufrió inundaciones generalizadas y suspendió el suministro eléctrico en algunas áreas bajas, dejando además huéspedes confinados en los hoteles.