El Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica señala una preocupación en las propuestas de cambio de sectores conservadores en lo que respecta a la educación sexual que deben recibir los estudiantes del país.
Según exponen, estas propuestas pueden obstaculizar la educación sexual y retroceder en temas que antes eran considerados tabú.
Nos preocupa que las recientes propuestas de cambio impulsadas por sectores conservadores puedan obstaculizar la educación sexual en nuestro país, llevándonos de regreso a épocas en que muchos temas eran considerados tabú, y propiciando que nuestros (as) jóvenes sean educados (as) a través del consumo de contenido inapropiado en el Internet y otros medios cuestionables.
La Convención Iberoamericana de Derechos de los (as) Jóvenes establece claramente el derecho a la educación sexual en todos los niveles educativos, lo que posiciona cualquier eliminación o debilitamiento de estos programas como una vulneración de tales derechos, aseguró el Colegio.
Asimismo, exponen que el Programa de Afectividad y Sexualidad Integral que impartía el Ministerio de Educación Pública (MEP) desde su implementación en 2012, demostró ser una herramienta crucial en el proceso de aprendizaje y manejo de la sexualidad, contribuyendo en la reducción de las tasas de embarazo adolescente.
Las cuales han disminuido de alarmantes cifras que oscilaban entre el 18.7% y el 20.5% a menos del 9% en 2023, según datos del INEC. Este avance es un reflejo de cambios legislativos que prohíben las relaciones impropias, así como de medidas adoptadas en el sector salud y un enfoque educativo que atiende las necesidades psico emocionales de los estudiantes y promueve la salud sexual y reproductiva a través de información rigurosamente investigada.
Los programas en cuestión han brindado espacios de aprendizaje adecuados, acompañados de profesionales capacitados, abordando temas que son esenciales para las personas adolescentes. Es fundamental que estos espacios educativos formales se conviertan en las principales fuentes de información, evitando que los jóvenes recurran a fuentes dudosas y potencialmente dañinas que pueden encontrar, por ejemplo, en Internet, agregaron.
Los profesionales en psicología no solo cuestionaron la eliminación del programa de sexualidad en el MEP, sino, también la eliminación del protocolo de atención al bullying contra población LGTB.
Es imperativo reconocer que un enfoque diferenciado hacia poblaciones vulnerables no debe confundirse con el favorecimiento. Este enfoque se basa en la justicia social, buscando corregir desigualdades históricas que han marginado a ciertos grupos. Sin un protocolo específico y fundamentado, se les niega a los estudiantes LGBTIQ+ la oportunidad de disfrutar de un entorno seguro que respete sus derechos y su identidad, una negación que resulta en invisibilización y desprotección, agregaron.
Por estos temas, el Colegio de Psicólogos pide al MEP revaluar la decisión que tomaron sobre la eliminación del programa de sexualidad y del protocolo contra población LGTB y abrir un canal de diálogo con colegios profesionales y expertos para estos temas.
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Rachell Matamoros