
Publicado: abril 13, 2025
Una acción coordinada entre el Servicio Nacional de Guardacostas y la DEA permitió frenar el tráfico de estupefacientes en aguas del Pacífico costarricense.
Pesquero “José Carlos II” navegaba con sacos llenos de droga
Las autoridades costarricenses asestaron un nuevo golpe al narcotráfico marítimo tras interceptar la embarcación de nombre José Carlos II, que transportaba al menos ocho sacos con paquetes de droga. El barco fue ubicado a 85 millas náuticas de Quepos, en aguas del Pacífico Central.
La operación, liderada por el Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) y respaldada por la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), permitió asegurar tanto la embarcación como a sus tripulantes.
Tres detenidos en el operativo: uno de ellos con amplio historial criminal
Durante la intervención, los oficiales lograron detener a tres individuos que viajaban a bordo del pesquero. Entre los arrestados figura un hombre con antecedentes penales relacionados con homicidio, tráfico de drogas, lesiones con arma de fuego y receptación.
Identidades de los sospechosos:
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Hombre de apellido Zúñiga
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Hombre de apellido Barquero
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Hombre de apellido Torres (con antecedentes judiciales)
El arresto de estos individuos representa un paso importante en las labores de inteligencia que buscan desarticular las rutas del narcotráfico que operan en aguas nacionales.
Inteligencia y paciencia: la clave detrás del decomiso
El operativo fue el resultado de más de 48 horas de labores de seguimiento e inteligencia, además de una travesía de 24 horas de navegación por parte de las unidades operativas, que lograron cerrar el cerco sobre la embarcación.
Los sacos, cuyo contenido exacto aún está en proceso de confirmación, fueron trasladados a tierra para ser sometidos a análisis, donde las autoridades determinarán el tipo y la cantidad de droga decomisada.
Acciones en curso y seguimiento judicial
Una vez en tierra, el caso pasó a manos de las autoridades judiciales, quienes coordinarán las diligencias correspondientes para el procesamiento de los detenidos y definir las responsabilidades penales.
Este decomiso subraya los desafíos que enfrenta Costa Rica en su lucha contra el tráfico internacional de estupefacientes, especialmente en rutas marítimas que son utilizadas de manera recurrente por organizaciones criminales.