El caso que durante años provocó dolor e indignación en Michigan finalmente dio un giro crucial. Amanda Maison, de 33 años, y su pareja, Maurice Houle, de 28, fueron detenidos la semana pasada por su presunta responsabilidad en la muerte de Matthew Maison, hijo de Amanda, quien apenas tenía tres años cuando fue asesinado en febrero de 2018.
A pesar de que el crimen ocurrió hace siete años, fue apenas el lunes pasado cuando ambos enfrentaron cargos de homicidio en primer grado ante el Tribunal del Distrito 72. La jueza negó la posibilidad de fianza, por lo que permanecerán recluidos en el Centro de Detención e Intervención del Condado de St. Clair mientras avanzan las investigaciones judiciales.
Según el testimonio de la Fiscalía, Matthew fue víctima de un patrón de maltrato sistemático: encierros prolongados sin comida ni agua, golpizas constantes e incluso asfixia. Las declaraciones de ambos acusados revelaron que se señalaban mutuamente como responsables de abusar del menor, pero uno de los detalles más escalofriantes lo confesó la propia madre: admitió haber golpeado repetidamente la cabeza del niño contra la pared, al punto de arrancar el recubrimiento de yeso.
En su momento, las autoridades no lograron recolectar pruebas suficientes para procesar a la pareja. El cuerpo del pequeño fue encontrado en la cama que compartía con su madre y su padrastro, y aunque el caso quedó abierto, los años pasaban sin que se hiciera justicia.
Sin embargo, la perseverancia de la familia materna de Matthew, especialmente de sus abuelos Amy y David Maison, mantuvo viva la búsqueda de respuestas. La pareja no solo organizó eventos para exigir justicia, sino que también creó una página para recaudar fondos y sostener la causa legal en memoria de su nieto.
Lo más perturbador del caso fue el posible móvil del crimen: de acuerdo con reportes de ClickOnDetroit y The Detroit News, Amanda y Maurice habrían planeado la muerte de Matthew para “hacer espacio” para tener un hijo propio. El fiscal adjunto, Joshua Sparling, fue tajante en la audiencia: “abusaron y mataron a Matthew con ese fin”.
Tras la detención, la abuela del niño publicó un emotivo mensaje pidiendo calma, pero dejando claro que la lucha continúa. “Este es solo el comienzo. Aún queda mucho por hacer”, escribió en la página que lleva el nombre del menor. También agradeció el apoyo incondicional del llamado “Ejército de Matthew”, un grupo de personas que durante años ha acompañado a la familia en su clamor por justicia.
Este caso revive un tema recurrente en Estados Unidos: los vacíos del sistema judicial en la protección de la niñez y la lentitud en el esclarecimiento de delitos de maltrato infantil. Aunque la justicia tarda, en ocasiones logra alcanzar a los responsables. Y ahora, tras años de dolor y lucha, el pequeño Matthew podría finalmente tener la justicia que le fue negada en vida.
