Imagen con fines ilustrativos
Un accidente que cambió su vida
El pasado 25 de febrero, María Isabel Pereira, de 32 años, sufrió un grave accidente de tránsito mientras regresaba a casa tras asistir a una entrevista de trabajo. Mientras conducía su bicimoto por el kilómetro 39 de la Ruta 27, en Escobal de Atenas, fue impactada por un camión, lo que provocó la amputación de sus dos piernas.
Desde entonces, se encuentra hospitalizada en el Hospital San Rafael de Alajuela, donde recibe atención médica y sigue en un proceso de recuperación que su familia califica como lento, pero con avances positivos.
“Todavía está sedada, pero abre los ojos”
Su madre, Virginia Pereira Badilla, conversó con medios de comunicación y compartió detalles sobre la condición de su hija.
“Mi hija, gracias a Dios, está evolucionando bien. Todavía está un poco sedada, pero abre los ojitos y trata de hablar. Gracias a Dios, está mejorando”, expresó.
A pesar de esta leve mejoría, el impacto emocional ha sido devastador para la familia. Virginia confesó que aún no ha sido capaz de visitar a María Isabel, pues teme que la tristeza y el llanto afecten a su hija.
“Yo todavía no he podido ir donde ella porque tengo mucho dolor en mi corazón y sé que, si voy a verla, voy a explotar, seguro voy a llorar mucho. Sé que eso no le hace bien a ella, así que mejor espero hasta sentirme un poquito más tranquila”, dijo.
El día del accidente: un regreso que nunca ocurrió
María Isabel vive en Santa Eulalia de Atenas, cerca de la casa de su madre, pero en una vivienda independiente junto a sus tres hijos.
El día del accidente, su familia esperaba su regreso a casa tras una entrevista de trabajo, sin imaginar la tragedia que se avecinaba.
“Eran como las 7 de la noche. Llamaron a mi esposo para decirle que María había tenido un accidente. Para tranquilizarme, él solo me dijo que estaba consciente y que tenía un problema en las piernitas, pero no me explicó la magnitud del daño”, relató su madre.
Solidaridad y apoyo: una familia que necesita ayuda
Ante la difícil situación, la familia de María Isabel ha recibido muestras de apoyo de muchas personas, lo que ha sido un alivio en medio de la tragedia.
“Gracias a Dios por esas personas que se tocan el corazón y aportan su granito de arena. Que Dios los bendiga y los recompense cada día más”, agradeció su madre.
La familia continúa solicitando ayuda para afrontar los gastos médicos y el proceso de rehabilitación de María Isabel.
Cómo ayudar
Si desea colaborar con María Isabel y su familia, puede hacerlo a través de SINPE Móvil al número 8334-5591, registrado a nombre de Virginia Pereira Badilla.
