Imagen con fines ilustrativos / foto José Cordero-LN
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) presentó un informe alarmante sobre la violencia en Costa Rica durante 2024, destacando a San José, Limón y Puntarenas como las provincias con los índices más altos de homicidios. A pesar de una leve disminución en la cantidad de asesinatos en comparación con 2023, los desafíos en seguridad siguen siendo una prioridad para las autoridades.
Un año marcado por la violencia y los esfuerzos por contenerla
Aunque en 2023 se registraron 904 homicidios, el 2024 cerró con 880, una reducción que el director del OIJ, Randall Zúñiga, atribuyó a los operativos implementados desde enero. Estas estrategias incluyeron la reasignación de recursos, como el traslado de personal y equipos de Limón a Puntarenas, una región donde la criminalidad había mostrado un preocupante aumento.
Sin embargo, los esfuerzos se vieron truncados en los últimos meses del año. Diciembre, en particular, rompió récords al convertirse en el mes más violento de la historia del país, con 80 homicidios.
La falta de recursos: un obstáculo para el combate a la criminalidad
Zúñiga destacó que uno de los principales retos fue la escasez de recursos económicos, lo que afectó la capacidad del OIJ para financiar operativos y pagar horas extras a los agentes. “Nos quedamos sin plata en agosto, septiembre y octubre para viáticos. Fue hasta noviembre que logramos cubrir esos gastos,” explicó el director, enfatizando que esta situación debilitó las acciones de control y prevención.
Además, el director hizo un llamado al Ejecutivo y Legislativo para garantizar los fondos necesarios para 2025. Según él, si no se asegura el presupuesto aprobado por la Asamblea Legislativa, será difícil mantener o mejorar la tendencia a la baja en los homicidios.
El impacto en las regiones más afectadas
San José
La capital sigue siendo un punto crítico debido a su alta densidad poblacional y la presencia de redes delictivas complejas.
Limón
Históricamente una de las regiones más violentas del país, Limón ha registrado una leve disminución gracias a los operativos policiales, aunque sigue siendo una zona con altos índices de criminalidad.
Puntarenas
La violencia en Puntarenas escaló significativamente en 2024, lo que llevó a un incremento en los recursos asignados para contener la ola de homicidios.
Un llamado a la acción para 2025
El OIJ dejó claro que, sin un financiamiento adecuado, las cifras récord de homicidios podrían volverse la norma. Randall Zúñiga concluyó su informe señalando que el país no puede aceptar como algo «normal» los 800 o 900 asesinatos al año, y que se requiere un esfuerzo coordinado entre los poderes del Estado para enfrentar este problema de manera efectiva.
