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San José, Costa Rica – A pesar de los desafíos climáticos y logísticos que enfrentaron los cultivos de café en el último trimestre del 2024, las proyecciones del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé) apuntan a un incremento significativo en las exportaciones de café para este año. Se espera que tanto el volumen de producción como los ingresos por divisas superen las cifras de la temporada anterior.
Incremento en la producción: una temporada prometedora
El Icafé estima una producción de 1.823.000 fanegas para este ciclo, lo que representaría un aumento del 13,42% en comparación con la cosecha del año anterior. Esto se traduciría en una producción promedio de 22,1 fanegas por hectárea, un dato que, según Alcides Quirós, gerente de Regulación de Tráfico y Liquidaciones del Icafé, es «muy favorable», aunque el clima podría influir en los resultados finales.
El incremento en la producción de café no es menor. Durante la cosecha pasada, Costa Rica alcanzó 1.607.000 fanegas, y con el aumento proyectado, se espera una cifra cercana a 1.500.000 sacos de café verde procesado de 46 kg cada uno, destinados principalmente a la exportación.
Impacto de los precios internacionales y proyección de ingresos
Uno de los factores que contribuye al optimismo del sector es el incremento en los precios internacionales del café tipo arábica, el cual es producido en su mayoría en Costa Rica. Según las proyecciones de la Bolsa de Nueva York, el precio de la libra de café rondará los $322 este año, lo que representa un aumento significativo en comparación con los precios de la temporada pasada.
En términos monetarios, este incremento podría generar ingresos por cerca de $423 millones (más de ¢215 mil millones) a lo largo de 2025, según estimaciones del Icafé. Esto es un salto considerable respecto a los $329 millones obtenidos durante la cosecha 2023-2024, cuando el precio por saco fue de $227,3.
Desafíos para el sector: tipo de cambio y condiciones climáticas
A pesar de las proyecciones positivas, las autoridades del Icafé advierten que el sector cafetalero podría no aprovechar completamente las oportunidades que ofrece el mercado debido a factores como el tipo de cambio y los problemas derivados de las lluvias en los cultivos.
Quirós explicó que, aunque los precios internacionales están elevados, el tipo de cambio actual podría limitar los beneficios para los productores. Mientras que en 2021-2022 el dólar se ubicó en ¢649, para la temporada 2025 se espera que el tipo de cambio ronde los ¢510, lo que representa una disminución del 21,4%.
