Publicado: enero 3, 2025
Keyla Sánchez enfrenta un gran susto con su hijo Thiago en su viaje a París
La exconductora costarricense Keyla Sánchez inició el año disfrutando de unas vacaciones soñadas en Europa junto a su familia. Sin embargo, lo que parecía un viaje perfecto tuvo un momento inesperado y angustiante mientras se dirigían a París con su hijo Thiago Hernández.
Un episodio alarmante en la fila de migración
En su cuenta de Instagram, Sánchez compartió los detalles del complicado momento que vivió. Según narró, la crisis ocurrió mientras estaban en la fila de migración en el aeropuerto de París, luego de una noche en la que apenas habían dormido dos horas.
“Thiago comenzó a quejarse de dolor de estómago y, de repente, lo vi palidecer. Se inclinó hacia atrás, tenía los ojos en blanco y las manos entumecidas. Fue aterrador, y entre mi papá y yo lo sujetamos para evitar que cayera”, relató.
La situación tomó un giro aún más preocupante cuando su padre comentó que parecía que Thiago estaba convulsionando. Aunque fue un momento crítico, lograron manejar la situación hasta que el pequeño comenzó a estabilizarse.
La rápida reacción de una madre preparada
En medio de la incertidumbre, Sánchez recordó algunos principios básicos de primeros auxilios y actuó con lo que tenía a mano. “Lo llevé a una esquina, le puse perfume en las manos para que lo oliera y le di pequeñas palmadas en las mejillas. Fue muy estresante, pero finalmente volvió en sí”, explicó.
Posteriormente, Thiago recuperó color y energía tras desayunar, lo que ayudó a calmar la tensión. Sánchez atribuye el episodio a una combinación de factores como el estrés, la falta de sueño, y un desayuno insuficiente, sumados al cansancio del viaje.
Reflexiones tras el susto
A pesar de este momento de angustia, Keyla expresó su agradecimiento porque todo quedó en un susto y pudo disfrutar del resto del viaje junto a su familia, quienes la acompañan en esta aventura por Europa.
Sánchez también compartió sus impresiones sobre París, destacando que es una ciudad hermosa pero cara, con temperaturas frías y largas caminatas para explorar sus rincones más emblemáticos.