La Inspección Judicial ha confirmado la apertura de una investigación contra un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que mantuvo conversaciones con Deive Pérez Mena, esposo y sospechoso en el caso del asesinato de Kimberly Araya Granados, antes de la detención del individuo.
Según Randall Zúñiga, director del OIJ, uno de sus funcionarios fue contactado por el esposo de la víctima antes de que surgieran sospechas sobre su posible culpabilidad. El agente y el imputado mantenían una relación previa de amistad y se conocían. Aparentemente, Pérez Mena buscó al investigador presentándose como afectado y solicitando ayuda.
La Inspección Judicial, responsable de aplicar el régimen disciplinario y supervisar el comportamiento de los funcionarios del Poder Judicial, abrió el expediente N°. 24-1519-031-DI para analizar el comportamiento del agente investigador.
La investigación se inició de oficio, conforme a la Ley Orgánica del Poder Judicial, que otorga a la Inspección Judicial la facultad de iniciar indagaciones disciplinarias ante posibles actos irregulares o cuestionables por parte de un funcionario.
Según Zúñiga, la investigación determinará si el agente, con poca experiencia, tiene algún tipo de responsabilidad disciplinaria. A nivel interno del OIJ, no hay procesos administrativos contra el investigador.
El director del OIJ reconoció que el funcionario trató de colaborar con Pérez Mena debido a su relación previa, pero señaló que hubo falta de experiencia y ecuanimidad en su actuación.
El agente no estaba involucrado en la búsqueda de Kimberly y su participación se produjo días antes de que la investigación se centrara en el esposo de la víctima como el principal sospechoso del caso.
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Redacción
