La tranquilidad de la comunidad de Esparzol, en el cantón de Esparza, Puntarenas, se vio interrumpida la tarde de este jueves tras el hallazgo del cuerpo sin vida de un adolescente de entre 13 y 15 años, quien fue asesinado en plena vía pública.
El crimen ocurrió poco después de las 3:00 p.m., y según versiones preliminares, el menor habría sido ultimado con un lazo, un método que refleja una violencia extrema y premeditación.
Escena bajo custodia
La escena del homicidio fue rápidamente acordonada por oficiales de la Fuerza Pública, quienes resguardan el lugar mientras se espera el arribo de agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), encargados de iniciar con las labores forenses y de recolección de pruebas.
Hasta el momento no se han revelado detalles sobre la identidad de la víctima, ni sobre posibles sospechosos. Sin embargo, testigos aseguran que el joven fue atacado a plena luz del día, lo que genera una profunda preocupación entre los vecinos por el nivel de inseguridad creciente en la zona.
Esparza: una comunidad bajo presión
Este nuevo homicidio se suma a una preocupante serie de hechos violentos que han sacudido al Pacífico Central en las últimas semanas. El uso de un lazo como arma homicida sugiere un patrón distinto al de los habituales crímenes por arma de fuego, lo que hace pensar a los investigadores que podría tratarse de un ajuste de cuentas o un mensaje dentro de redes delictivas.
Autoridades locales han reiterado su llamado a la población para colaborar con cualquier información que permita esclarecer el hecho. De confirmarse la edad de la víctima, este caso podría activar protocolos especiales por tratarse de un menor de edad, intensificando la búsqueda de los responsables.
La investigación apenas comienza
Los agentes del OIJ procederán con el levantamiento del cuerpo, el cual será trasladado a la Morgue Judicial para realizar la autopsia correspondiente. Asimismo, se iniciará el rastreo de cámaras de seguridad y entrevistas en la zona para intentar reconstruir lo sucedido y dar con los autores materiales del crimen.
La comunidad, por su parte, se encuentra consternada. “Era un chiquillo, no entendemos cómo alguien puede hacer algo así a plena calle”, comentó un vecino del sector, que prefirió no ser identificado.
Este nuevo hecho de sangre vuelve a poner en el centro del debate la urgente necesidad de reforzar la presencia policial en zonas vulnerables, así como la atención social para jóvenes en riesgo.
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