Durante el primer semestre del año, 840 conductores fueron remitidos a la Fiscalía por presuntamente manejar bajo los efectos del alcohol. Así lo dio a conocer el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), subrayando que estas personas enfrentan un proceso judicial por el supuesto delito de conducción temeraria.
Oswaldo Miranda, director de la Policía de Tránsito, precisó que estos casos no son aislados. Además de los remitidos a la Fiscalía, otros 142 conductores recibieron una sanción económica de ¢364.000 y acumularon seis puntos en su licencia de conducir. Estos casos, aunque graves, no alcanzaron los niveles de alcohol que exigen la presentación judicial inmediata.
No obstante, hay otro grupo significativo: 173 conductores que, a pesar de haber consumido alcohol, presentaron niveles tan bajos que no ameritaron sanción alguna. Miranda destacó que, sumando todas las pruebas positivas, se obtiene una cifra alarmante: cerca del 24% de los conductores sometidos a pruebas de alcoholemia dieron positivo. En otras palabras, uno de cada cuatro conductores controlados había consumido licor antes de ponerse al volante.
“Este comportamiento es una clara muestra de una conducta temeraria y peligrosa, que requiere intervención no solo desde la sanción y prevención, sino también desde la reflexión personal y familiar. Muchas veces, amigos, parejas o familiares son cómplices al permitir o no intervenir ante esta irresponsabilidad”, comentó Miranda.
