Miles de bomberos equipados con cientos de camiones cisterna luchaban el lunes contra el mayor incendio forestal del año en California, que desde la semana pasada arrasa el norte de ese estado del oeste de Estados Unidos y ya quemó un área más grande que la ciudad de Los Ángeles.
El denominado incendio “Park”, desatado el miércoles anterior en los alrededores de la localidad de Chico, azota una zona rural ubicada a unas tres horas en auto al noreste de San Francisco.
Según la agencia estatal Cal Fire, el megaincendio ya arrasó 149.700 hectáreas, lo que lo convierte en uno de los más grandes en la historia del estado.
Hasta el momento no se registran heridos o víctimas fatales. El cuerpo de bomberos aprovechó un pequeño bajón de las temperaturas el fin de semana para hacer un pequeño progreso al contener ahora un 12% del fuego.
El fuego sigue afectando los condados de Butte, Tehama, Shasta y Plumas y las llamas siguen avanzando sin control, lo que obligó a las autoridades de California a solicitar refuerzos desde otros estados.
Casi 5.000 bomberos movilizados
Casi 4.900 bomberos están movilizados junto con 33 helicópteros, 400 camiones cisterna y varios aviones para combatir las llamas.
Entretanto, unos 4.200 residentes están bajo órdenes de evacuación y las autoridades instan a tener la máxima precaución debido a que las situaciones de riesgo pueden escalar en cualquier momento.
“Pedimos al público continuar diligentes y alertas debido a la actividad impredecible del incendio”, explicó Cal Fire.
El colosal incendio Park trae malos recuerdos a la localidad de Paradise, una ciudad a unos 20 km de las llamas, donde 85 personas murieron en 2018 en la conflagración más mortífera en el estado. Sus residentes están en alerta.