Hotel Ryugyong: el rascacielos de 3000 habitaciones que jamás recibió huéspedes | NCR Noticias


Un proyecto ambicioso que nunca se concretó

En el corazón de Pyongyang, la capital de Corea del Norte, se alza una de las estructuras más enigmáticas del mundo: el Hotel Ryugyong. Concebido en 1987 como una demostración de poderío arquitectónico en plena Guerra Fría, este rascacielos de 105 pisos y capacidad para 3000 habitaciones jamás ha abierto sus puertas al público.

A pesar de su imponente tamaño y su diseño en forma de pirámide, el edificio ha permanecido vacío y sin funcionamiento durante más de tres décadas, ganándose el apodo de «el hotel de la perdición». Su historia está marcada por ambiciones políticas, problemas económicos y errores de planificación que impidieron su finalización.

La respuesta norcoreana a un hotel de Singapur

El Hotel Ryugyong no fue un proyecto cualquiera. Su construcción fue una respuesta directa a la edificación del Swissôtel The Stamford, en Singapur, que en ese entonces era el hotel más alto del mundo.

Con este proyecto, Corea del Norte pretendía demostrar su capacidad en la industria de la construcción y consolidar su imagen como una potencia arquitectónica. Se anunció que la obra contaría con cinco restaurantes giratorios en la cima, ofreciendo una vista panorámica única de la capital.

El plan inicial contemplaba su inauguración en 1989, pero las dificultades financieras y técnicas retrasaron su finalización indefinidamente.

Problemas económicos y abandono

El declive del Hotel Ryugyong se vio acentuado con la caída de la Unión Soviética en 1991, que representaba un apoyo clave para la economía norcoreana. Sin respaldo financiero, el país enfrentó una crisis económica severa, afectando directamente la inversión en infraestructura.

El hotel quedó reducido a una enorme estructura de hormigón sin acabados interiores, con instalaciones que nunca llegaron a equiparse adecuadamente. A lo largo de los años, varios inversores intentaron revivir el proyecto, pero sin éxito.

Intentos fallidos de rehabilitación

En 2008, el conglomerado egipcio Orascom Group asumió la tarea de restaurar el hotel. Su principal aporte fue la instalación de paneles de vidrio y acero inoxidable, que mejoraron su apariencia exterior y dieron la impresión de progreso en la obra.

Sin embargo, el interior del edificio siguió inacabado, sin instalaciones eléctricas ni sistemas adecuados para operar como hotel.

Actualmente, el Hotel Ryugyong sigue siendo un cascarón vacío, sin fecha prevista para su apertura. En los últimos años, se ha utilizado como pantalla gigante para proyectar propaganda política, un símbolo de las prioridades del régimen en lugar de su propósito original como hotel de lujo.


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