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Fotografía: CCSS.
Publicado: febrero 26, 2025
Las fracturas de pierna y de fémur fueron las más atendidas, durante 2024, en los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con un total de 14 329 egresos hospitalarios registrados por esta causa. Las poblaciones adulta joven y adulta mayor fueron las más afectadas por este tipo de lesiones.
Según registros institucionales del área de Estadística en Salud, durante el año anterior los hospitales de la institución atendieron un promedio diario de 40 personas con fracturas en diferentes sitios anatómicos. Entre ellas, las de pierna y de fémur fueron las más frecuentes, con un total de 3 796 y 3 711 egresos hospitalarios, respectivamente.
Les siguen las fracturas de antebrazo (2.136), hombro y brazo (1.782), y muñeca y mano (1.076). Otras lesiones reportadas incluyen fracturas en el cráneo y la cara (706), pie (449), columna lumbar y pelvis (292), múltiples regiones del cuerpo (176), costillas, esternón y columna torácica (128), y otros sitios anatómicos (77). En total, los centros médicos atendieron 14.329 casos de fracturas en distintas partes del cuerpo.
De acuerdo con el Dr. Álvaro Carvajal Montoya, especialista en ortopedia y traumatología del hospital Maximiliano Peralta Jiménez, las fracturas óseas representan un problema de salud pública significativo debido al incremento en la incidencia de estos accidentes. Este aumento se atribuye al envejecimiento de la población y a otros factores de riesgo que también afectan a la población adulta joven.
Los registros institucionales evidencian que el grupo de edad más afectado corresponde a personas entre los 20 y 44 años, con un total de 4 846 egresos hospitalarios. En segundo lugar, se encuentra la población adulta de 65 años o más, con 4 248 atenciones por esta causa.
“Existen algunas causas importantes relacionadas con las fracturas, como los factores de riesgo modificables: estilos de vida, tabaquismo, consumo de alcohol, sedentarismo y dieta”, manifestó el especialista.
Asimismo, estas lesiones pueden ser secundarias a condiciones médicas como artritis, diabetes, hipotiroidismo y osteoporosis, así como al uso de ciertos medicamentos, entre ellos esteroides, antidepresivos y fármacos que pueden alterar la densidad ósea.
En cuanto a los factores no modificables, el Dr. Carvajal explicó que estos suelen estar relacionados con la edad y el género. Por ejemplo, las personas adultas mayores y las mujeres posmenopáusicas tienen mayor riesgo de fracturas debido a la disminución de la densidad ósea, al igual que los pacientes con antecedentes familiares de fracturas u osteoporosis.
Las fracturas por fragilidad, consecuencia de traumatismos de baja energía, como caídas a nivel del piso, son más frecuentes en adultos mayores con osteoporosis.
“Este tipo de fracturas se localizan con mayor frecuencia en la cadera, la columna vertebral y las muñecas, y afectan principalmente a pacientes de mayor edad”, aseguró el especialista.
Añadió que también existen fracturas de mayor incidencia en personas jóvenes, activas y funcionales, las cuales suelen estar relacionadas con accidentes de tránsito, actividades deportivas de alto impacto y accidentes laborales.
¿CÓMO SE PUEDEN PREVENIR LAS FRACTURAS?
El Dr. Carvajal manifestó que es posible reducir el riesgo de fracturas mediante medidas de prevención primaria, entre ellas una alimentación rica en calcio y vitamina D. También recomendó evitar el tabaquismo, el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas.
Otra recomendación clave es mantener una adecuada salud ósea mediante el consumo de productos lácteos y pescado, así como la práctica regular de actividad física, como caminar, correr o realizar rutinas con soporte de peso. Estas actividades ayudan a fortalecer la densidad ósea y a reducir el riesgo de caídas.
En cuanto a la prevención secundaria, esta implica la detección temprana de alteraciones en la densidad ósea a través de exámenes específicos o tratamiento farmacológico.
PREVENGA LAS FRACTURAS EN ADULTOS MAYORES
Adaptar el entorno, especialmente donde conviven personas adultas mayores, es clave para la prevención de caídas y los consecuentes riesgos asociados a las fracturas en este sector de la población.
En ese sentido, aseguró el especialista, se deben eliminar obstáculos en el hogar como alfombras o juguetes, instalar agarraderas y franjas antideslizantes en el baño, gradas y rampas con desniveles, así como utilizar calzado adecuado y antideslizante.
“Poner en práctica estas recomendaciones de manera conjunta con la posibilidad de fomentar la educación y la concientización mediante programas comunitarios que promuevan la salud ósea y la prevención de las fracturas, es fundamental para reducir la incidencia de estos accidentes”, finalizó el experto.