La tensión entre Irán e Israel se ha exacerbado en los últimos días.
El ataque que dirigió Israel hacia el consulado de Irán en Siria a inicios de abril, la posterior respuesta de Irán a través de ataques con drones y misiles hacia Israel y el supuesto y aún no confirmado nuevo ataque que habría realizado Israel contra la provincia de Isfahán, Irak y Siria, hace que se contemple la posibilidad de que haya un enfrentamiento militar aún mayor entre los dos países.
Por su parte, el G7, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, ha pedido a Israel desistir de una guerra contra Irán, una petición que en días anteriores ya había manifestado el gobierno de Joe Biden de manera individual.
Para el analista en temas del Medio Oriente, Antonio Barrios, un escalamiento del conflicto compromete a Estados Unidos y a las potencias europeas a ingresar una guerra que el mundo entero no quiere, en parte por el mercado de hidrocarburos que se mueve en esta zona del mundo.
Sin embargo, si en efecto llegara a suceder, la pregunta es si Occidente se mantendría al margen o participaría de un nuevo conflicto bélico.
Para Barrios, definitivamente Occidente se tendrá que ver obligado a proteger y a unirse con su aliado: Israel.
En ese caso, el analista considera que Estados Unidos y Europa comenzarían enviando armamento o cualquier otro insumo que Israel requiera con urgencia para poder participar mejor en una guerra contra Irán, de manera limitada.
“Según, como se desarrolle en el tiempo, días o semanas, haría que Occidente pase a un segundo nivel que sería un involucramiento mayor en Oriente Medio, activando las bases militares que tienen Estados Unidos y Gran Bretaña en algunos países de Oriente Medio. No necesitaría poner tropas en tierra porque de por sí ya tiene tropas en tierra en las bases militares apostadas en Irak, Jordania y en algunos de los países de la Península Arábica,” explicó Barrios.
El también analista en temas del Medio Oriente, Bryan Acuña, considera que la participación de Occidente en una guerra entre Irán e Israel también estaría muy condicionada a si se afectan los intereses de las potencias del bloque occidental: la estabilidad y el control sobre la región.
La situación además pondría un compromiso muy complicado a los demás países árabes, quienes tendrían que escoger con quién están en este conflicto.
Rusia podría verse obligada a resguardar sus intereses, en especial en Siria, un país que podría también sufrir el embate de esta guerra con el también objetivo, de derrocar al presidente sirio, Bashar al-Ásad.
“Se habla de que Rusia podría hacer una movilización de armamentos para respaldar a Irán en la parte de defensa, no de ataque, pero sí en la parte de defensa”, comentó Acuña.
Por otra parte, para Barrios, en un eventual enfrentamiento bélico, Irán tiene más condiciones porque puede llevar una guerra convencional aparejada de una guerra de guerrillas, mientras que Israel tiene las condiciones solo para una guerra convencional.
Sin embargo, para el experto, a Israel le conviene una guerra mayor porque unificaría a Occidente en torno a la figura de Israel en contra de Irán, sobre todo porque Occidente se está preparando para una batería de sanciones contra Irán por el reciente ataque que hizo.