El senador estadounidense Steve Daines, del Partido Republicano, aterrizó en las últimas horas en Pekín, donde tratará a partir de este viernes con funcionarios chinos asuntos comerciales antes de la celebración en la capital china de un foro en el que participarán numerosos consejeros delegados de empresas del país norteamericano.
Daines, representante del Estado de Montana, fue recibido por funcionarios de la Embajada de Estados Unidos en China antes de que mantenga estos días conversaciones acerca de “cómo detener el flujo de fentanilo, proteger los empleos estadounidenses y garantizar un comercio justo y recíproco”, informó la delegación diplomática estadounidense en su cuenta oficial de X.
La visita de Daines, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de Estados Unidos, se produce en un momento de crecientes tensiones entre las dos mayores economías del mundo por la imposición mutua de aranceles.
Las reuniones que mantenga Daines con representantes chinos serán las primeras de un político estadounidense con altos funcionarios chinos desde el regreso a la Casa Blanca el pasado enero del republicano Donald Trump.
Posible reunión con Xi
El senador ya participó como intermediario en diversas reuniones comerciales con funcionarios chinos durante la guerra comercial entre ambas potencias desatada en el primer mandato del republicano (2017-2021).
Según el diario Financial Times, Daines espera reunirse durante su estancia con el presidente chino, Xi Jinping, antes del Foro Anual de Desarrollo de China, que comenzará este domingo y en el que se espera la participación de numerosos consejeros delegados de empresas europeas y estadounidenses, entre ellas Siemens, BMW, Mercedes-Benz, Qualcomm, Nestle, FedEx y Rio Tinto.
Washington anunció a principios de marzo la duplicación al 20 % de los aranceles sobre productos chinos, a lo que el gigante asiático respondió con gravámenes del 10 % y el 15 % dirigidos a sectores específicos, en este caso a las importaciones agropecuarias estadounidenses.
Trump justificó esos aranceles como respuesta al supuesto fracaso de Pekín en frenar el flujo de los precursores químicos del fentanilo, un opioide responsable de miles de muertes en Estados Unidos, algo que el gigante asiático ha tildado de “pretexto” para aplicar gravámenes.