Un giro inesperado en la vida del exfutbolista
Alfredo «El Diablo» Contreras, quien brilló en el fútbol costarricense y se consagró campeón con el Municipal Puntarenas en 1986, ha tomado un rumbo completamente distinto en su vida profesional. Desde el año pasado, trabaja como recolector de basura para la Municipalidad de Puntarenas, una labor que desempeña con orgullo y dedicación.
A pesar de su pasado en los terrenos de juego, Contreras decidió alejarse del fútbol como entrenador debido a la inestabilidad laboral en ese campo. Hoy, lejos de los reflectores, encuentra en su nuevo empleo una forma digna de sustentar a su familia.
El fin de una etapa en el fútbol
Luego de su retiro como jugador, Alfredo Contreras incursionó en la dirección técnica, donde tuvo un paso por el equipo Marineros en Segunda División. Sin embargo, la desaparición del club lo dejó sin trabajo en 2022. Posteriormente, trabajó como jornalero para el Comité Cantonal de Deportes de Puntarenas, pero tras meses sin empleo, optó por postularse para el puesto de recolector de residuos, donde ya cumple un año de servicio.
«Al principio tenía algunos temores, pero la situación económica en la zona es difícil y hay que pensar en la familia. Es un trabajo digno y necesario, y me siento orgulloso de realizarlo», comentó Contreras.
Días de trabajo en una nueva realidad
El exjugador inicia su jornada a las 6:00 a.m. y finaliza a las 2:00 p.m., recorriendo distintas zonas de Puntarenas, como Riolajandia 1 y 2, el Invu Río Barranca, el ICE, Recope y Los Almendros. Acompañado por un equipo de cinco compañeros, enfrenta un oficio que demanda esfuerzo físico y precaución.
«Es un trabajo que muchos desean, aunque pocos lo valoran. La gente no se imagina los riesgos que corremos. Desde vidrios rotos hasta jeringas mal desechadas, hay que tener mucho cuidado», relató Contreras.
El exdefensor recuerda con especial atención un accidente ocurrido a los pocos días de comenzar:
«Apenas llevaba seis días trabajando cuando me ensarté un clavo de cuatro pulgadas en la planta del pie izquierdo. Me incapacité por 12 días, pero en el trabajo me apoyaron mucho».
Orgullo de un pueblo y cariño de la afición
A pesar del cambio radical en su vida, «El Diablo» Contreras sigue recibiendo el afecto de la gente que lo vio brillar en la cancha.
«La gente me reconoce y me agradece el trabajo. A veces, cuando paso por una escuela, los niños me saludan y me emociono mucho. Es un gesto que reconforta», expresó con orgullo.
Su labor requiere de precaución y equipamiento adecuado. Aunque prefiere no usar camisas de manga larga por el calor, las emplea para protegerse del sol. Además, siempre lleva su gorra, pantalón largo, guantes y calzado especial para minimizar los riesgos del oficio.
¿Extraña el fútbol?
El exjugador admite que en ocasiones siente nostalgia por el fútbol y que, si se presentara una oportunidad estable, consideraría volver.
«Extraño estar en algún equipo, pero si no hay opciones, no estaré. El fútbol es un mundo incierto: hoy tienes trabajo, mañana no. Estuve a punto de llevar a San Luis, de Linafa, a Segunda División, pero el equipo se fue a Esparza y la oportunidad desapareció. Ahora, trabajo en lo que salga».
A pesar de todo, Alfredo Contreras enfrenta con entereza su nueva realidad, demostrando que la vida puede tomar giros inesperados y que el éxito no siempre está ligado a la fama, sino a la dignidad con la que se enfrenta el día a día.
FUENTE LATEJA
