El trágico asesinato del oficial de la Fuerza Pública, Marlon Obregón Briceño, ocurrido la noche del domingo en Batán de Limón, ha generado una rápida respuesta policial que permitió la detención de dos personas que podrían estar vinculadas al ataque armado.
El subdirector de la Fuerza Pública en Limón, Cristian Zamora, confirmó las capturas y señaló que los detenidos coinciden con las características descritas de los agresores.
“Estas personas ya están bajo custodia del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), donde se verificará su implicación en el caso”, afirmó Zamora.
Detalles del ataque
El brutal ataque se produjo mientras el oficial Obregón Briceño y un compañero patrullaban la zona. Los atacantes, que se desplazaban en motocicleta, abrieron fuego con un arma capaz de disparar en ráfaga, lo que provocó que la patrulla se saliera de la carretera y volcara.
El oficial Obregón Briceño falleció en el lugar tras recibir varios impactos de bala, mientras que su compañero sobrevivió al incidente y se encuentra fuera de peligro, según informaron las autoridades.
Respuestas y operativos
El lamentable suceso ha desatado un intenso operativo policial en Batán y áreas aledañas. Equipos de la Fuerza Pública y agentes del OIJ trabajan de manera conjunta para esclarecer los hechos, identificar a los responsables y garantizar la seguridad en la comunidad.
“Este tipo de actos no solo son un ataque contra la Fuerza Pública, sino contra la tranquilidad de toda la ciudadanía. No descansaremos hasta que se haga justicia”, manifestó Zamora.
El impacto de la violencia en la región
La muerte de Obregón Briceño pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los oficiales de seguridad en las zonas más conflictivas del país, especialmente en regiones como Limón, donde la presencia de estructuras criminales ha incrementado los niveles de violencia.
La captura de los sospechosos representa un avance importante en la investigación, aunque aún se espera confirmar si estos detenidos están directamente relacionados con el ataque.
El caso ha generado indignación y luto tanto entre las filas policiales como en la sociedad costarricense, que espera que las autoridades continúen actuando con firmeza para prevenir este tipo de crímenes y proteger a quienes arriesgan su vida por la seguridad nacional.
