El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas, encendió la polémica en la Asamblea Legislativa al calificar a Pilar Cisneros, jefa de fracción oficialista, de aporofóbica.
La controversia estalló luego de un tenso intercambio entre Cisneros y los diputados del Frente Amplio, en particular Sofía Guillén, quien criticó duramente a la oficialista por vivir en un condominio de lujo.
Vargas, conocido por no morderse la lengua, señaló que Cisneros “exhibió su situación ‘condominial’ con soberbia humillante, hiriendo miles de sensibilidades de gente pobre y asalariada”.
Además, acusó a la diputada de hacer comentarios ofensivos sobre “la mugre que se quitó cuando ascendió socialmente”.
“No es el condominio lo que se discute”, enfatizó el sindicalista.
Vargas indicó además que “Ahora resulta que el diputado del Frente Amplio, don Antonio (Ortega) vive en uno. Y doña Sofía “le voló filo” a doña Pilar por vivir en otro. Entonces? La “GRAN DISCUSIÓN” sería : cuánto vale c/condominio? Digo yo: para que nos sigan dando más espectáculo de circo. Compraré palomitas”.
“Don Jerry Alfaro nos “destapa” que el diputado Ortega compró el suyo por crédito bancario de 62 millones de colones que está pagando. Esperamos que Trivisión nos cuente cómo compró la diputada Cisneros el de ella y cuánto le costó. Compraré más palomitas…”, agregó el sindicalista.
Cisneros no se quedó callada
La diputada oficialista, fiel a su estilo directo, respondió sin filtro a las acusaciones de Guillén, quien la había tildado de clasista. “Lo que yo tengo me lo he ganado a pulso, cotizando casi cuarenta años a la Caja Costarricense de Seguro Social. A los setenta años sigo trabajando, no estoy en una mecedora esperando a la pelona. ¡No señor, sigo aportando a mi país!”, sentenció Cisneros.
Cisneros aprovechó para lanzar una dura crítica a Guillén, destacando que muchos jóvenes de su edad no ganan el millonario salario de cuatro millones de colones que percibe la diputada del Frente Amplio. “Si no vive en un condominio bonito, es porque como economista es un fracaso administrando su salario”, disparó la oficialista.
La periodista también recordó sus orígenes, asegurando que a los diecisiete años perdió todo, incluyendo a su familia, pero que en lugar de victimizarse, trabajó y ahorró para progresar. “Hoy puedo darme el lujo de vivir en un condominio bonito. No a costa del pueblo, sino con el sudor de mi frente”, concluyó.
Un debate que divide opiniones
Mientras Cisneros defiende su posición con orgullo, las críticas de Guillén y Vargas resaltan lo que consideran actitudes clasistas y aporofóbicas. Por su parte, el público observa con asombro cómo los legisladores convierten sus diferencias en un espectáculo de recriminaciones personales que poco tienen que ver con la agenda legislativa.
El fuego cruzado entre las fracciones continúa, y todo apunta a que este debate dará mucho más de qué hablar en los próximos días.
