Lo que para muchos hombres es motivo de preocupación —el retroceso de la línea del cabello o ese claro en la coronilla que se expande con los años— podría no ser un problema tan grande como parece. Al contrario, un estudio reciente sugiere que las mujeres consideran la calvicie como uno de los atributos masculinos más atractivos.
La investigación, realizada entre 2.000 mujeres heterosexuales, reveló que un cuerpo musculoso se mantiene como la característica más deseada (42 %), pero en segundo lugar aparece la cabeza completamente rapada o calva, con un 40 %. Muy por encima de otros rasgos clásicos como los ojos azules (38 %), la barba (36 %) o incluso el cabello oscuro (31 %).
La imagen del pelado en la cultura popular
No es casualidad que figuras como Jason Statham, Vin Diesel o Dwayne “La Roca” Johnson gocen de tanta popularidad. Ellos encarnan la combinación que el estudio señala como imbatible: físico atlético y cabeza rapada. Para muchas mujeres, esa apariencia transmite seguridad y fuerza, sin dejar de ser accesible y carismática.
Jessica Leoni, vocera de la firma británica Illicit Encounters —responsable de encargar el sondeo— explicó que los hombres calvos son percibidos como más maduros, honestos e incluso inteligentes. Además, estudios previos han encontrado que la calvicie puede asociarse con una forma de “dominio social no amenazante”, es decir, liderazgo sin agresividad.
¿Aceptar o luchar contra la calvicie?
El hallazgo plantea un dilema interesante: mientras la industria de los trasplantes capilares y los tratamientos anticaída mueve miles de millones de dólares en todo el mundo —con destinos como Turquía convertidos en mecas para los procedimientos estéticos masculinos—, los datos sugieren que tal vez no valga la pena resistirse al paso natural del tiempo.
De hecho, los investigadores concluyen que, en lugar de invertir en costosos intentos por recuperar la cabellera, muchos hombres podrían optar por afeitarse por completo y asumir con confianza su nueva imagen.
Más allá de la moda
El estudio también exploró otros rasgos de atracción. Después de los calvos, las mujeres destacaron los ojos azules, la barba y ciertos tipos de cabello, como el rizado o el rubio. Otros atributos como los pómulos altos, los tatuajes o el pecho velludo aparecieron en porcentajes menores.
Pero la conclusión central es clara: la calvicie, lejos de ser un obstáculo, se ha convertido en un símbolo de atractivo. Y más allá de las encuestas, la tendencia cultural apunta a que cada vez más hombres encuentran en su cabeza rapada no una pérdida, sino una nueva forma de proyectar seguridad y estilo.
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