En julio de 2025, el primer ministro francés François Bayrou propuso suprimir el Lunes de Pascua y el Día de la Victoria en Europa (el 8 de mayo) de la lista anual de 11 festivos en Francia. La propuesta desató indignación y líderes políticos de todo el espectro criticaron la medida. Bayrou argumentó que el cambio ayudaría a Francia a aliviar las presiones presupuestarias.
No ha sido el único país europeo en lanzar una propuesta así. A comienzos de este año, Eslovaquia recortó uno de sus feriados para mejorar su posición fiscal, siguiendo el ejemplo de Dinamarca en 2023, que eliminó el día de descanso posterior a Pascua. Copenhague argumentó que necesitaba crear espacio fiscal para afrontar el aumento del gasto en defensa.
Al otro lado del Atlántico, el presidente de EE.UU., Donald Trump, también se ha subido al carro de quienes defienden esta medida. El 19 de junio escribió en su red social que “demasiados feriados no laborables en Estados Unidos” estaban costando “miles de millones de dólares”.
Muchas voces interpretan esos comentarios como una declaración política, ya que los hizo en ‘Juneteenth’, un día que conmemora el fin de la esclavitud y que fue convertido en feriado por la Administración Biden.
La pregunta clave es: ¿hay evidencia suficiente de que los países con menos feriados son más productivos económicamente?
Evidencia mixta
“La evidencia que respalda esta idea es limitada”, comenta a DW Charles Cornes, economista senior de la consultora británica Cebr. “La productividad depende menos del número de feriados y más de factores como la eficiencia laboral, la inversión en capital, cuán competente es la fuerza laboral y la cuestión tecnológica”.
Las investigaciones sugieren que, ciertamente, es posible que se produzcan aumentos muy leves en el producto interno bruto si se reducen feriados.
Un estudio de 2021 realizado por los investigadores Lucas Rosso y Rodrigo Andrés Wagner revela que los días feriados pueden aumentar la demanda de algunas subcategorías del PIB, pero también que, cuando estas jornadas caen en fin de semana, se produce un pequeño aumento del PIB.
Por otro lado, análisis llevados a cabo por el FMI y el Bundesbank alemán revelan que cualquier incremento en el PIB sería proporcionalmente mucho menor que el aumento en los días trabajados.
En teoría, un día libre para un trabajador significa productividad cero ese día. Además, se argumenta que la productividad tiende a disminuir en torno a los feriados, ya que muchos empleados aprovechan para tomarse más días libres y maximizar el descanso.
Pero, aunque eliminar un feriado incremente la recaudación fiscal de un gobierno, también está el argumento de que los días libres mejoran el bienestar laboral a largo plazo, y eso puede impactar de forma positiva en la productividad.
“Hay evidencia de que, sin más vacaciones y festivos, los trabajadores tienen mayor riesgo de caer en el agotamiento, y esto podría llevar a un deterioro generalizado del bienestar laboral”, explica a DW Adewale Maye, analista de políticas e investigación en el Economic Policy Institute de Washington D.C.
Feriados y vacaciones pagadas
El debate sobre los feriados forma parte de una discusión más amplia sobre las horas de trabajo en general. Alemania, Reino Unido y Países Bajos están entre los países que intentan revertir los recortes de horas laborales, con el objetivo de estimular el crecimiento económico.
Por otro lado, en lugar de eliminar feriados, una opción es aumentar las horas de trabajo, por ejemplo, incentivando a quienes laboran a tiempo parcial a hacerlo más horas, como es el caso de Alemania. Esta idea suele provocar reacciones mucho menos intensas que la de suprimir feriados nacionales.
Si se suman feriados y vacaciones pagadas, la mayoría de los países de la OCDE ofrecen entre 30 y 36 días de descanso remunerados al año, según un estudio de 2020.
EE. UU., una excepción
Algunos de los países con más días festivos y puentes anuales son Austria (38), Dinamarca (36) y Finlandia (36), que también figuran entre los de mayor PIB per cápita del mundo.
EE. UU. es el único país de la OCDE sin vacaciones obligatorias por ley. Tiene 11 feriados, pero, según Adewale Maye, muchos sectores como el comercio minorista, el turismo y el transporte siguen operando en esas fechas, ya que el descanso pagado no está garantizado.
El experto señala que todos los demás países de la OCDE ofrecen vacaciones pagadas sin que ello perjudique a sus economías. “A estas economías les ha ido bien, al mismo tiempo que han permitido a los trabajadores el derecho a descansar”, dice.
Según él, ese es uno de los argumentos centrales contra la hipótesis de Trump de que EE. UU. tiene demasiados “feriados no laborables”. “Trabajar más nunca ha sido el problema en Estados Unidos”, afirma. “Lo importante es construir una economía donde todos los trabajadores y sus familias se sientan respaldados, seguros y puedan prosperar”.
Factores de productividad laboral
El economista Charles Cornes admite que, dado el tamaño de EE. UU., pedir a las empresas cerrar un día puede tener un impacto económico negativo importante, aunque señala que esto es diferente en cada sector.
“La hostelería y el comercio minorista, en particular, a menudo experimentan un repunte de actividad. Esto brinda un apoyo muy necesario a los comercios tradicionales, que se han visto muy presionados por el crecimiento del comercio electrónico de la última década”, explica.
Por otro lado, Cornes destaca que la productividad laboral, en última instancia, depende de otros factores y no simplemente de las horas trabajadas. “Por ejemplo, si los alemanes trabajaran menos horas, pero produjeran el mismo nivel en ese tiempo reducido, esto no dañaría la economía y, de hecho, podría ser beneficioso tanto social como económicamente si la gente tuviera más tiempo libre para dedicar a otras vivencias”.