Un lamentable accidente ocurrió recientemente en la bahía de Barnegat, en la costa de Nueva Jersey, Estados Unidos, donde una ballena minke de aproximadamente seis metros de largo murió tras colisionar con una lancha motora. El hecho fue captado en video por testigos y se ha viralizado en redes sociales, generando conmoción y debate sobre la seguridad de la fauna marina en zonas turísticas.
El momento del impacto
Según las imágenes compartidas, el cetáceo nadaba cerca de la superficie cuando impactó contra la embarcación. La fuerza del choque provocó que uno de los ocupantes cayera al agua, aunque afortunadamente no hubo heridos graves entre los navegantes.
Testigos aseguraron que la ballena nadó debajo del bote, provocando movimientos bruscos que desestabilizaron la embarcación. Las autoridades confirmaron más tarde que el incidente generó pánico momentáneo entre los presentes, quienes vieron de cerca la fuerza y tamaño del animal.
Confirmación del deceso
Pocas horas después del choque, la Policía Estatal de Nueva Jersey, a través de su Unidad Marina, emitió una alerta sobre la presencia de una ballena cerca del canal de entrada. Posteriormente, el Centro de Varamientos de Mamíferos Marinos (MMSC) confirmó que la ballena había muerto.
El cadáver fue hallado sobre un banco de arena de poca profundidad, en un área no apta para cetáceos de este tipo. Según explicó el coordinador de varamientos del MMSC, Jay Pagel, la ballena posiblemente estaba en estado de estrés o alerta por no contar con la profundidad necesaria para desplazarse con normalidad.
Sin señales visibles de trauma
Uno de los datos más llamativos fue que el cuerpo del animal no presentaba marcas externas evidentes, lo que ha dificultado determinar con certeza si la colisión con la lancha fue la única causa de muerte. De acuerdo con Pagel, no se pudieron realizar exámenes más detallados por las condiciones adversas de la marea y la limitada visibilidad al momento del hallazgo.
Un llamado de atención
Expertos marinos, como el capitán Charlie Nuun, señalaron que este tipo de accidentes son difíciles de evitar cuando los animales entran en zonas de alto tráfico náutico, pero insisten en la necesidad de establecer protocolos más estrictos para evitar que estas tragedias se repitan.
Organizaciones ambientalistas han aprovechado el caso para reiterar la importancia de respetar la fauna marina y revisar las rutas de navegación en épocas donde es más común la presencia de cetáceos en la costa este de Estados Unidos.
Mientras tanto, la muerte de esta ballena minke se suma a una preocupante lista de animales marinos que pierden la vida por interacciones humanas no intencionadas, un fenómeno cada vez más frecuente en aguas costeras altamente transitadas.
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