UNA Comunica – “Temer al futuro es temer a la libertad”

El futuro no se puede predecir, pero sí se puede, desde la metodología prospectiva, plantear escenarios y establecer estrategias para afrontar los retos que se avecinan. Bajo esa consigna, la Maestría en Pensamiento Estratégico y Prospectiva de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la Universidad Nacional (UNA), lanzó el Observatorio de Futuros (OdF).

Héctor Casanueva, vicepresidente del Foro América Latina, el Caribe y la Unión Europea, e invitado especial de la actividad de lanzamiento que se llevó a cabo el 30 de julio en la Facultad de Ciencias Sociales, retó a los asistentes a no temer al futuro cuando se aborda desde la visión prospectiva. E hizo una comparación con la pérdida de las libertades humanas cuando ese temor domina a las personas y a las organizaciones en general.

Por ello, saludó con beneplácito el proyecto dado a conocer por la UNA, al tiempo que reconoció que iniciativas así son necesarias en América Latina, donde existen valores compartidos con la contraparte europea. “La linealidad del futuro ya no existe. Después de las dos guerras mundiales construimos una sociedad a base de consensos, pero ahora vivimos otra realidad. El multilateralismo ya no responde a las demandas globales y debemos prepararnos para ello”, afirmó el académico.

Bajo ese contexto es que nace el Observatorio de Futuros. Isabel Calvo, subdirectora de la Escuela de Planificación, explicó que esta instancia “pretende posicionar los estudios de futuros y la perspectiva con enfoques para la generación de investigaciones transformadoras desde la universidad pública”.

Brindar aportes que atiendan problemáticas relacionadas con las desigualdades económicas y sociales, la pobreza, las amenazas climáticas, el avance las nuevas tecnologías y los cambios en los patrones culturales requieren de este tipo de esfuerzos, según indicó Guillermo Acuña, vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales.

Calvo acogió las palabras del filósofo francés Gastón Berger, quien destacaba que la visión de futuro en una sociedad debe consistir en “mirar mejor, mirar más lejos, hacerlo de manera más amplia y distinto”.

Futuros en la mira

Desde años atrás, el sector agrícola costarricense viene enfrentando una situación delicada, con aportes menos sustantivos al desarrollo económico del país, falta de asesoría técnica, innovación y una exposición cada vez mayor a los embates del cambio climático que afectan su productividad.

Por ello, el proyecto “arroz y frijoles” se considera como uno de los primeros estudios de futuros con visión prospectiva que iniciará el Observatorio, a partir del 2026.

El otro tema nacerá a raíz de una alianza con la Universidad de Alcalá, en España, para emprender un análisis comparativo de políticas públicas en favor de las pequeñas y medianas empresas entre Costa Rica y el país europeo.

De acuerdo con Jazmín Pereira, coordinadora de la Maestría que alberga el Observatorio, el objetivo es que en el segundo semestre de este 2025 se pueda avanzar en paralelo con el diseño de las dos investigaciones para que pueda realizarse el trabajo de campo en el próximo año.

Por su parte, el académico Ángel Ortega de la Escuela de Planificación, indicó que las cinco áreas en que se enfocará el laboratorio serán los de seguridad alimentaria (como por ejemplo el caso de análisis del agro), el desarrollo microempresarial, las políticas públicas, la educación y la planificación del desarrollo.

“Hablar de futuros no es algo que sea ajeno a nuestra carrera. Precisamente planificamos para tener un futuro diferente y que nuestros productos influyan en el desarrollo de estrategias que puedan implementarse en organizaciones públicas y privadas de toda índole”, reiteró Ortega.

Héctor Casanueva apuntó que existe hoy día una disparidad entre las naciones desarrolladas y las que no lo son, facultada por la tasa de natalidad. Mientras esta tiende a caer en los países de mayor riqueza, más bien aumenta en los de menor renta. Esto supone un reto para articular esfuerzos políticos que logren asegurar un porvenir de equidad y bienestar para los niños y niñas que serán el futuro de las sociedades.

Sin embargo, apuntó el gran desafío que deben enfrentar iniciativas como éstas: la inclinación hacia el cortoplacismo en la toma de decisiones, motivadas por razones políticas o económicas, pero que chocan de manera directa con las intenciones de apostar por la planificación estratégica.

Es ahí donde desde la academia se debe levantar la mano para que las decisiones que se adopten al más alto nivel gocen de una metodología prospectiva. De acuerdo con Carlos Ulate, director de la Escuela de Planificación, esa es la visión que acompaña a esta unidad académica desde los últimos años tanto en los trabajos de investigación y extensión como en las actividades curriculares con los estudiantes.

Es por ello que el OdF estableció como lema y como hoja de ruta la frase de “observar hoy, visionar mañana y construir futuros posibles”. Es la forma más óptima para no temer a ese futuro impredecible, acelerado, pero que siempre promueva las libertades y el respeto a los derechos humanos.

Source
Guillermo Solano Gutiérrez

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