UNA Comunica – Habitantes de Sabalito fortalecen sus capacidades con apoyo de la UNA

De momento 16 emprendimientos se benefician con el acompañamiento de la UNA, en áreas como apicultura, café, costura, manualidades y productos envasados como chileras, entre otros muy dinámicos.

Cerca de 100 habitantes de la zona fronteriza de Sabalito de Coto Brus fortalecen de forma gratuita sus capacidades en educación no formal, gracias al programa de extensión universitaria: “Promoviendo el capital social en las comunidades de rurales de la región Brunca”, ejecutado por académicos y estudiantes de la Sede Regional Brunca de la Universidad Nacional (UNA) desde 2015.

Dicho programa tiene la finalidad fortalecer el capital social en las comunidades rurales de más bajo índice de desarrollo social y económico de la Región Brunca, mediante procesos de educación no formal en las áreas de educación y cultura, idiomas extranjeros, alfabetización tecnológica, turismo rural comunitario y la administración de la micro y pequeña empresa, elementos esenciales para propiciar un mejoramiento en la calidad de vida de las personas.

María Cubero, extensionista de la Sede Regional Brunca de la UNA y coordinadora del programa, explicó que de 2025 a 2027 se realizará el acompañamiento académico en la comunidad de Sabalito del cantón de Coto Brus, así como el territorio indígena de la Casona. Para ello, se cuenta con apoyo de la Organización de Estudios Tropicales (OET) y el Colegio Técnico Agropecuario de Sabalito, donde se imparten las lecciones los sábados de ocho de la mañana a doce del día.

“Somos un equipo de seis académicos y 15 estudiantes, los cuales viajamos los sábados hasta Sabalito para impartir los talleres y cursos. De regreso, a mediodía, son otras tres horas de recorrido hasta Pérez Zeledón, lo que representa una inversión de tiempo, pero satisfechos por el compromiso adquirido con la comunidad de cara al desarrollo de la región”, detalló Cubero.

Pobladores fortalecidos

Yorleny Pineda, camionera, estilista, madre de cuatro hijos y estudiante del curso básico de inglés, comentó que el taller despertó en ella las ganas de retomar los estudios que abandonó cuatro años atrás, ya que tiene aspiraciones para desarrollarse en el sector turismo y así mejorar su calidad de vida y por ende la de sus hijos.

Ronald Rojas, estudiante del taller de emprendedurismo, agradeció la capacitación recibida por parte de la UNA, a las personas de la región interesadas en aportar a la sociedad con un nuevo emprendimiento. “Este acompañamiento es esencial para generar la base sólida de un proyecto y así alcanzar las metas”, dijo Rojas.

Yoslin López, emprendedora en el área de la papelería y la costura, expresó que, si bien ya tiene cerca de nueve años de tener sus negocios, hasta ahora los retoma como un empleo permanente, sin embargo, requiere de este acompañamiento académico para fortalecerlos y garantizar el éxito de su trabajo.

Mileidy Alfaro, indicó que estos talleres impartidos por la UNA son fundamentales para personas de escasos recursos que, como ella, no cuentan con las bases para desarrollar un emprendimiento, por lo que está motivada con el aprendizaje recibido.

Ligia Vargas, pequeña empresaria de joyería, señaló que se inscribió en el curso de emprendedurismo porque los profesores de la UNA van de la mano con el estudiante para formalizar un proyecto, no como otras capacitaciones que exigen tener un emprendimiento avanzado como requisito de estudio.

10 años de acompañamiento

Durante 10 años, el programa ha impactado en las comunidades de Sierpe de Osa, Biolley de Buenos Aires, territorios Indígenas de Salitre, Cabagra y Ujarrás de Buenos Aires, territorio Indígena de China Kichá de Pérez Zeledón, San Antonio de la Amistad de Pérez Zeledón y el distrito de Pejibaye de Pérez Zeledón.

A lo largo de este periodo, la UNA ha certificado a 1200 personas en su mayoría, mujeres amas de casa, agricultores, personas de bajos recursos, sin estudios o bien incompletos. En el caso de los niños, los menores se atienden como un servicio para que las madres puedan asistir sin problema a las clases, por lo que se imparten talleres de música, recreación, deporte, baile.

Los logros puntuales de este programa que inició en 2015 como un proyecto académico se orientan hacia la independencia económica de la mujer rural, conseguir emprendimientos más sólidos, generar valor agregado en las zonas rurales, propiciar una población empoderada y auto realizada, como el hecho de aprender un nuevo idioma para mejorar su condición socioeconómica.

Formación en Sabalito

Marisol Valverde, estudiante de la carrera de Informática de la UNA y asistente del programa, comentó que desde hace tres años se desempeña como profesora de ofimática, en donde se brindan conceptos básicos a personas adultas, respecto a lo básico en Word, PowerPoint y fundamentos de programación en Python. “Este experiencia en Sabalito me deja gratitud y mucho conocimiento de parte de los estudiantes hacia mí; pero sobre todo, esa semillita de orgullo de que soy una fuente de información para ellos”, subrayó Valverde.

Alexander Gamboa, docente de la UNA y encargado del curso de emprendedurismo, junto a su compañero Diego Calderón, externó que llegar a estas comunidades a aportar conocimiento es motivo de satisfacción, máxime ayudar a las personas que inician su negocio de cara a mejorar su calidad de vida. “La gente quiere salir adelante, pero carecen de los conocimientos básicos y es ahí donde apoyamos en la parte marketing, costos mercadeo y lo contable, es decir, todo lo que tiene que ver con la administración de un de un emprendimiento”, agregó Gamboa.

Source
UNA

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