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Publicado: marzo 14, 2025
Investigación revela millonarias transacciones vinculadas a «Narizón»
Una investigación de la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales expone cómo el presunto narcotraficante José Giovanni Segura Angulo, alias «Narizón», habría utilizado el sistema bancario costarricense para movilizar al menos ₡8.586 millones en un esquema de lavado de dinero. Según la acusación, el Banco de Costa Rica (BCR) jugó un papel clave en estas operaciones, con la supuesta complicidad de un funcionario de apellidos Granados Ulloa.
El expediente, al que este medio tuvo acceso, detalla que el acusado habría conformado un imperio financiero de al menos $17 millones, mezclando ganancias ilícitas del narcotráfico con ingresos de comercios registrados formalmente.
Uso de cuentas bancarias para justificar el dinero
Las investigaciones revelan que Segura Angulo abrió múltiples cuentas bancarias en el BCR, a su nombre y al de terceros, para dar apariencia legal a los fondos. Entre los hallazgos más relevantes destacan:
- En una primera cuenta, registrada el 26 de febrero de 2019, el acusado habría ingresado cerca de ₡809 millones.
- En una segunda cuenta, abierta el 7 de junio de 2019, se habrían depositado ₡1.356 millones bajo el pretexto de servir a su red financiera de pagos y trámites comerciales.
- En esta segunda cuenta, al menos el 56% de los fondos ingresaron bajo la etiqueta “Transferec BANCOBCR”, mientras que un 39% correspondió a depósitos en efectivo.
El rol de los testaferros y los movimientos bancarios sospechosos
La Fiscalía ha identificado a varios supuestos colaboradores de «Narizón», quienes habrían realizado numerosas transacciones para ocultar el origen de los fondos. Entre ellos figuran personas de apellidos Núñez Jiménez, Mena Mora, Rabih Said, Solís Cordero, Pizarro Piñar (detenido en Panamá por tráfico de cocaína), Araya Fernández y Taiseer.
Uno de los hallazgos clave en la investigación es que, en la segunda cuenta del sospechoso, se registraron 154 transacciones iguales o superiores al millón de colones, totalizando ₡414 millones.
Cuando el Juzgado Penal de Pérez Zeledón ordenó congelar las cuentas en febrero de 2022, en el BCR solo quedaban ₡19 millones, los cuales fueron transferidos al Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) para su custodia.
Empresas fachada y lavado de dinero en comercios legales
Según el expediente judicial, «Narizón» habría inyectado dinero ilícito en múltiples negocios para blanquear sus ganancias, incluyendo lubricentros, restaurantes, llanteras, verdulerías y hasta una finca ganadera denominada «Hacienda Fénix».
Las autoridades identificaron sociedades utilizadas para este propósito, entre ellas:
- Consultorías Eskeygra S.A.: Empresa en la que se depositaron al menos ₡31 millones, con movimientos hacia cuentas personales del acusado.
- Inversiones Ghaida Halabi S.A.: Utilizada para mover ₡4.780 millones en colones y $2.1 millones en dólares, con transferencias sospechosas y retiros en efectivo.
- Costa Esterillos Estates Anagalide 156 S.A.: Registrada como negocio ganadero, habría recibido ₡392 millones en menos de seis meses.
La esposa de «Narizón» también está implicada
La investigación también involucra a la esposa de Segura Angulo, de apellidos Chacón Vargas, quien habría manejado una cuenta en el BCR desde 2001. Aunque reportaba ingresos modestos de $3.000 mensuales, la Fiscalía descubrió que entre 2017 y 2022, recibió más de ₡135 millones en transferencias bancarias.
Al momento del congelamiento de las cuentas, en febrero de 2022, en su cuenta solo quedaban ₡2.5 millones, los cuales también fueron trasladados al ICD.
El caso sigue en juicio con 25 imputados
El caso, conocido como “Operación Fénix”, sigue en proceso judicial, con 25 imputados, incluyendo presuntos testaferros, contadores, abogados y funcionarios bancarios. Según la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales, la estructura criminal habría operado al menos desde 2015, intensificándose entre 2018 y 2021, en plena pandemia.
El Ministerio Público sostiene que la organización realizaba depósitos, transferencias y pagos bajo nombres de terceros para ocultar el origen ilícito del dinero, mezclándolo con ingresos comerciales legítimos.
A la espera del desenlace del juicio, las autoridades continúan analizando la magnitud del impacto de esta red en el sistema financiero costarricense.