El papa Francisco, hospitalizado desde el 14 de febrero por problemas respiratorios, está respondiendo satisfactoriamente a la terapia, indicó el Vaticano este sábado.
“El estado clínico del santo padre en los últimos días se ha mantenido estable, y en consecuencia indica una buena respuesta al tratamiento”, precisó la Santa Sede, que habla de una “gradual y leve mejoría”.
El sumo pontífice fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli, en Roma, Italia, por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral. Desde entonces, su estado de salud ha sufrido altibajos.
La última recaída tuvo lugar el lunes, cuando sufrió “dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda”. Desde entonces, no se ha informado de nuevas crisis.
“Pronóstico reservado”
Sin embargo, “los médicos mantienen prudentemente todavía el pronóstico reservado, con el fin de confirmar estas primeras mejorías en los próximos días”, reza el informe médico.
Esta hospitalización, la cuarta y más larga desde 2021, genera preocupación por los problemas previos que debilitaron la salud de Francisco en los últimos años: operaciones en el colon y el abdomen, y dificultades para caminar.
La situación plantea además la cuestión de la capacidad del papa, de 88 años, para desempeñar sus funciones.
Los médicos aún no han dicho cuánto durará el ingreso hospitalario del pontífice, que en los últimos tiempos ha descartado renunciar, como hizo Benedicto XVI en 2013.