Los impresionantes colmillos de los narvales han inspirado mitos, y en la Edad Media fueron vendidos como cuernos mágicos de unicornio. Sin embargo, para qué sirven realmente estos dientes retorcidos de hasta tres metros de largo todavía no está completamente aclarado. Ahora, un equipo de investigación estadounidense-canadiense pudo observar a los animales en su hábitat natural, utilizando el colmillo para cazar y jugar.
Los narvales (Monodon monoceros) viven durante todo el año en las aguas del Alto Ártico, al norte del Círculo Polar Ártico. Debido a su hábitat remoto, las observaciones de estos animales de cuatro a cinco metros de largo (sin el colmillo) son raras. Está claro que: casi solo los machos tienen un colmillo, que es un diente canino agrandado del maxilar superior –en las hembras el colmillo es extremadamente raro–. Los animales pueden percibir cambios químicos en su entorno con él.
Explorar, perseguir, golpear
Ahora, investigadores en colaboración con comunidades inuit en Nunavut lograron observar narvales con drones en la naturaleza. Vieron cómo las ballenas exploraban, perseguían y también golpeaban peces con sus colmillos, como para aturdirlos. A veces, sin embargo, solo jugaban con los peces, escribe el grupo en la revista científica Frontiers in Marine Science. “Quizás las ballenas simplemente no tenían hambre”, según los investigadores.
Los narvales mostraron una notable destreza, precisión y velocidad con sus colmillos, opinan los investigadores. “He estado estudiando narvales durante más de una década y siempre he admirado sus colmillos”, explicó la coautora Cortney Watt. Poder tomar ahora una perspectiva aérea para ver a los animales cazando desde arriba proporciona interesantes conocimientos.
También útil para la competencia por las hembras
En un estudio publicado en 2020, otro equipo de investigación ya había podido demostrar que los narvales también cortejan a las hembras con sus colmillos. En encuentros entre machos, funcionan como una señal de dominancia, con el lema “Soy más grande que tú”.
Además, los narvales son conocidos por un comportamiento similar a una esgrima. “Dos o más de ellos levantan simultáneamente sus colmillos casi verticalmente fuera del agua y los cruzan, posiblemente en un comportamiento ritual para evaluar las cualidades de un oponente potencial”, dice Greg O’Corry-Crowe del Harbor Branch Oceanographic Institute en Florida. Quizás también se trate de mostrar las propias cualidades a posibles parejas.
En cualquier caso, escriben los investigadores, se necesitan más investigaciones para estudiar el comportamiento de los narvales altamente sociales. También se sabe poco sobre el comportamiento social y reproductivo, y sobre cómo los animales se adaptan al Ártico cada vez más libre de hielo.