Foto: Colegio de Abogados
Un grupo de manifestantes pide reducir el puntaje necesario para aprobar el examen de incorporación, argumentando ambigüedad en las preguntas.
La tarde del martes, frente a las instalaciones del Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, un grupo de personas se reunió para manifestar su descontento con las condiciones actuales del examen de incorporación. Los manifestantes solicitan una rebaja en la calificación mínima requerida, que actualmente es de 80 puntos, para que sea reducida a 70.
Críticas a la estructura del examen
Ambigüedad en las preguntas dificulta la aprobación
Los aspirantes denunciaron que el reciente examen de incorporación incluía unas 30 preguntas ambiguas, las cuales dificultaron la posibilidad de alcanzar el puntaje establecido. Según los manifestantes, esta falta de claridad afectó el desempeño de muchos candidatos, impidiéndoles cumplir con el estándar necesario para ingresar al gremio profesional.
Solicitudes de reformas al proceso
Exigen supervisión externa para futuras evaluaciones
Además de la reducción de la nota mínima, los manifestantes hicieron un llamado a que las futuras pruebas sean revisadas por un ente externo independiente. Esta medida, según indicaron, garantizaría mayor transparencia y equidad en el proceso de evaluación, minimizando los errores en la redacción de las preguntas.
“Queremos que el Colegio considere nuestros señalamientos y tome medidas para mejorar los exámenes. No buscamos evitar la evaluación, sino que esta sea justa y objetiva”, expresó uno de los manifestantes.
Reacciones del Colegio de Abogados
Autoridades analizan las inquietudes planteadas
Hasta el momento, el Colegio de Abogados no ha emitido un comunicado oficial sobre las demandas, aunque se espera que en los próximos días brinden una respuesta. En el pasado, la institución ha defendido la rigurosidad del examen como un filtro necesario para garantizar la calidad profesional de sus miembros.
Contexto y próximas acciones
El debate sobre la evaluación profesional continúa
Este tipo de manifestaciones reflejan un debate más amplio sobre los estándares de evaluación profesional en el país. Mientras algunos defienden la alta exigencia como un mecanismo para garantizar la excelencia, otros consideran que ciertos ajustes son necesarios para adaptarse a las realidades del entorno educativo y laboral actual.
Por ahora, los manifestantes han anunciado que continuarán con sus esfuerzos para dialogar con las autoridades del Colegio y buscar una solución consensuada.
