Publicado: noviembre 29, 2024
En medio de la controversia entre Lynda Díaz y el youtuber Diego Bravo, Anthony Alfonso, esposo de la exmodelo y empresaria, se sumó a las declaraciones públicas con un fuerte mensaje hacia el creador de contenido. Alfonso ofreció un consejo a Bravo, pero no dejó de subrayar que no tolerará que su familia sea involucrada en el conflicto.
Un conflicto que escala a nivel personal
La raíz de la polémica
El enfrentamiento entre Diego Bravo y Lynda Díaz se originó tras comentarios relacionados con la participación de la exmodelo en el programa de baile Mira Quién Baila, pero escaló aún más cuando Bravo mencionó a Coco Roper, hija de Lynda, en sus declaraciones.
Al respecto, Alfonso expresó su indignación:
“Meterse con la familia de una persona ya es un acto feo porque nadie con valores va a permitir que alguien le hable a su hija buscando cosas que no corresponden”.
La postura de Anthony Alfonso
Con una actitud firme, Alfonso aseguró que está dispuesto a tomar medidas legales si la situación no se resuelve. Además, destacó la diferencia de edades y experiencia entre él y Bravo como un punto clave en su mensaje:
“Sea inteligente: levanta el teléfono y habla con Lynda. Las cosas hablando se llegan a una solución, pero si tú sigues este camino por ego, vas a perder porque no tienes los recursos para llevar una pelea bien peleada, y yo sí”.
Alfonso, de 68 años, subrayó que su intención no es prolongar el conflicto, pero no dudará en defender a su familia si se ve obligada a tomar acciones más drásticas.
La respuesta de Lynda Díaz
Un llamado al diálogo
Lynda, quien mantiene bloqueado a Bravo en sus redes sociales, respaldó las palabras de su esposo y reiteró que el youtuber deberá buscar otra forma de comunicarse si desea resolver la situación:
“Si quieres hablar conmigo, tendrás que usar otro teléfono, pero aclaro que no pienso quedarme callada”.
Una posible salida pacífica
A pesar de las tensiones, Alfonso sugirió la posibilidad de resolver el problema de manera amistosa, incluso mencionando la idea de un encuentro en persona para discutirlo:
“Podemos sentarnos a tomar un café y hablar, pero no permitiremos que esto siga escalando”.
¿Qué sigue en esta controversia?
Con las declaraciones de Alfonso y la postura firme de Lynda Díaz, queda por ver si Bravo tomará el consejo para evitar que el conflicto escale aún más. La situación deja en claro que los límites en los debates públicos son necesarios, especialmente cuando involucran a familiares de forma personal.