Publicado: junio 29, 2024
El estado de Oklahoma ha generado un intenso debate tras la orden de las autoridades educativas de incorporar la Biblia en las lecciones de las escuelas públicas, desde quinto hasta duodécimo grado, junto con los Diez Mandamientos.
El superintendente estatal Ryan Walters anunció esta medida el jueves, subrayando que considera esencial para los estudiantes de Oklahoma comprender los fundamentos históricos y culturales que han moldeado la nación.
«La Biblia es una piedra angular histórica y cultural indispensable. Sin un conocimiento básico de ella, los estudiantes de Oklahoma son incapaces de contextualizar adecuadamente los cimientos de nuestra nación», expresó Walters en un comunicado oficial.
Además, Walters justificó la inclusión de los Diez Mandamientos como parte de un estudio apropiado de historia, civilización, ética, religión comparativa o similar, destacando su influencia significativa en los principios fundacionales de la Constitución de Estados Unidos.
Sin embargo, la decisión ha provocado la indignación de grupos de derechos civiles y defensores de la separación entre Iglesia y Estado. Activistas han denunciado la medida como un abuso de poder y una clara violación de la Constitución de Estados Unidos.
Adam Soltani, director de la sección de Oklahoma del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses, expresó su oposición firme: «Nos oponemos rotundamente a cualquier requisito de que la religión se enseñe a la fuerza o se exija como parte del currículo en las escuelas públicas, ni en cualquier otro lugar del país».
Rachel Laser, presidenta y directora general de Estadounidenses Unidos por la Separación Iglesia-Estado, también criticó la medida: «Las escuelas públicas no deben convertirse en lugares de adoctrinamiento religioso. Esto es un claro ejemplo de nacionalismo cristiano, donde Walters está imponiendo sus creencias religiosas a todos los niños del estado».
Source
Redacción