El 18 de junio de 1919 un grupo de jugadores provenientes de diferentes clubes de la provincia de Alajuela conformaron una unión de fuerzas que más de un siglo después dieron vida a Liga Deportiva Alajuelense.
Coraje y esfuerzo caracterizaron sus primeros años, con participación en la Primera División desde el torneo inaugural en 1921 y sin perderse ninguno desde entonces, el camino de crecimiento fue en ascenso para los manudos, pero no sin antes pasar por etapas de consolidación para alcanzar sus éxitos.
Si bien la primera estrella de monarca fue una lucha que le tomó 7 años conseguirla, en 1926 logra su primer éxito al proclamarse campeón de Copa, primer trofeo de una extensa colección que trasciende fronteras.
De la mano de un joven pero con un corazón rojinegro, Alejandro Morera Soto fue el estandarte hacia la consolidación del equipo y vio en su cuna, la casa para el nacimiento del mejor jugador costarricense del siglo XX según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS), posteriormente conocido como el ‘’mago del balón’’ acompañó al club a su primer gran año 1928 y que marcó la ruta al conseguir el doblete, nuevamente campeón de Copa y el primer título de campeón nacional.
Posterior a ello, en la década de los años 40, la lucha por la consolidación llegó y la Liga pasa a engrandecer su palmarés aumentando su protagonismo, para final de época marca el inicio de un proceso de transición que hasta perdura, el nacimiento de un nuevo Clásico Nacional sustituyendo la entonces rivalidad entre Club Sport Herediano y Club Sport La Libertad, comenzó una contienda con un equipo que hacía sus primeras armas en la Primera, el Deportivo Saprissa y desde un 6-5 en su primer enfrentamiento condujo a cambiar nuestro balompié para siempre.
Es misma temporada un sueño se culmina, volver a sus raíces, tras un largo período del Estadio Nacional como su sede, Alajuelense regresa a su provincia y forja su catedral, que llamada pocos años después tomaría el nombre de su caudillo Alejandro Morera Soto.
Desde ahí, el destino lo convirtió en un grande por excelencia de la Primera, una exitosa Vuelta al Mundo actuando contra equipos de prestigio, títulos nacionales, copas, supercopas, bicampeonatos, tricampeonatos y hasta tetras se hicieron presentes en los posteriores años, todos con un sello rojinegro.
Pero la misión de dejar huella, no se limitó al plano nacional, en la temporada 1986 convirtiéndose en auténticos leones logran el primer título de Concacaf para un club de Costa Rica marcando un legado imborrable y llevó a uno de los partidos más legendarios en la ahora extinta Copa Interamericana ante el poderoso River Plate de Argentina, por ese entonces monarca de la Copa Libertadores donde sacando garras afiladas, la Liga plantó cara a uno de los clubes más históricos de América.
En 2004 su archirrival, el Deportivo Saprissa fue el principal testigo de la consecución de nuevo cetro del área con un sabor diferente y en poder erizo quedó el Clásico más importante de la historia con un título internacional de por medio, una goleada en su patio selló una nueva Concacaf significando a su vez la primera ocasión en el mundo en que un Clásico de un país definía el cetro de monarca regional, repitiendo en 2020 pero a nivel centroamericano con la Liga Concacaf.
Así como la marca del león, su rugido, se puede escuchar a kilómetros de distancia ante su presa y mostrar su poder, la historia de Liga Deportiva Alajuelense calzó a la perfección con sus cualidades.
Apartados rojinegros.
Primer gol en primera división. Jorge Solera.
Goleador histórico: Errol Daniels con 196 goles.
Técnico con más partidos dirigidos: Óscar Ramírez con 216 compromisos.
Técnicos campeones de Concacaf: 1986 Josef Bouska vs. SV Transvaal de Surinam, 2004 Javier Delgado vs. Deportivo Saprissa.
Nota: Martín Soto, Periodista y Estadígrafo UNAFUT.
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