En medio de la trágica pérdida de Otoniel Orozco Mendoza, asesinado el pasado lunes 10 de junio en el condominio Río Palma en Guachipelín de Escazú, su esposa tomó medidas legales contra el padre del sospechoso, identificado como Ramírez Reyes, por difamación.
La denuncia fue presentada la mañana del 11 de junio por el abogado de la familia, José Francisco Ayala, quien expresó que la acción legal se debe a las declaraciones “muy graves” vertidas por Ramírez Reyes sobre el caso en investigación.
Según Ayala, la familia de Orozco Mendoza estaba en Nicaragua y desconocía las afirmaciones difamatorias que circulaban en redes sociales hasta su regreso a Costa Rica.
El abogado enfatizó que la difamación no es un delito penal que conlleve cárcel, sino una contravención regulada en el Código Penal costarricense. Invitó públicamente a Ramírez Reyes a presentarse ante el juzgado contravencional de Escazú para responder por sus declaraciones.
Orozco Mendoza, un empresario de seguridad privada y padre de cinco hijos, fue tiroteado en un presunto conflicto por el suministro de agua potable. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) está investigando el móvil del crimen, mientras que el sospechoso enfrentará un juicio por homicidio con prisión preventiva dictada por un juez.
El caso ha destacado por las tensiones previas entre Orozco Mendoza y el sospechoso, quien presuntamente había manifestado comentarios xenófobos y cuestionamientos sobre la residencia de la víctima en el condominio. Ambos hombres tenían historial de denuncias por incidentes previos, según informes de medios locales.
El cuerpo de Orozco Mendoza fue repatriado y sepultado en Trujillo, Nicaragua, donde recibió condenas y llamados a la justicia por parte de la vicepresidenta Rosario Murillo, quien denunció el crimen como un acto de xenofobia.
*Con información de La Nación.
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Redacción