Lucy Letby, una exenfermera británica condenada por el asesinato de varios bebés, volvió este miércoles a juicio acusada de intentar matar a una recién nacida en la unidad neonatal del hospital donde trabajaba.
Letby, de 34 años, habría tratado de asesinar a la niña prematura, identificada en la corte como “Baby K”, en un hospital del noroeste de Inglaterra en febrero de 2016.
En la apertura del caso, el fiscal Nick Johnson alegó que la exenfermera fue “sorprendida prácticamente con las manos en la masa” por un asesor superior cuando caían los niveles de oxígeno de la pequeña.
La niña estaba conectada a un respirador y a una máquina que monitoreaba su ritmo cardíaco y saturación de oxígeno, con alarmas para avisar de cualquier irregularidad.
Pero el asesor pediátrico Ravi Jayaram entró a la unidad de neonatos y vio a Letby de pie junto a la bebé cuando caían sus niveles de oxígeno sin que sonara la alarma.
“No solo eso, sino que Lucy Letby no estaba haciendo nada”, agregó el fiscal.
“Sugerimos que el hecho de que Lucy Letby no estaba haciendo nada y el hecho de que no sonaran las alarmas son pruebas que permiten concluir que fue Lucy Letby, la asesina convicta, quien retiró el tubo” de respiración, añadió al jurado.
La exenfermera fue condenada en un juicio que concluyó el año pasado por matar a siete bebés en la unidad neonatal y el intento de asesinato de otros seis, entre 2015 y 2016.
El jurado en el primer juicio no pudo alcanzar un veredicto sobre el cargo de intento de asesinato de “Baby K”, lo que motivó este nuevo proceso.
Letby ha negado la acusación de intento de asesinato.
Su abogado, Ben Myers, dijo que “es importante enfatizar que las condenas no prueban esta acusación. (…) Sostenemos que las pruebas no apoyan lo que se denuncia”.