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En un giro perturbador, el modelo de reclutamiento de sicarios en Costa Rica ha tomado un rumbo aún más oscuro, según las revelaciones impactantes del director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, ante la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa.
Sicarios: Una Realidad Macabra
En su testimonio, Zúñiga destaca una tendencia preocupante: el reclutamiento de menores de edad por parte de organizaciones criminales. En una estrategia insidiosa, los sicarios ven a los jóvenes como piezas desechables, contratándolos por su capacidad de evadir largas condenas en comparación con los adultos.
«Es desgarrador ver cómo los menores de edad son utilizados como peones en el juego mortal de las pandillas», expresó Zúñiga. «El sicario que mata a múltiples personas no duda en eliminar al menor para evitar ser descubierto».
El Precio de la Desesperación
El reclutamiento de jóvenes se intensifica en medio de desafíos socioeconómicos, como la crisis fiscal, que deja a muchos jóvenes sin educación ni oportunidades, convirtiéndolos en presas fáciles para las redes criminales.
Zúñiga advierte sobre la creciente influencia de la apología al sicariato en las redes sociales, normalizando la violencia y atrayendo a jóvenes vulnerables.
Un Llamado a la Acción Legislativa
El ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, insta a una revisión integral de la legislación penal para abordar la impunidad que rodea estos crímenes. Campos enfatiza la necesidad de asegurar que las condenas sean efectivas y que los responsables rindan cuentas por sus acciones.
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Redacción
